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Teatro en Cerri
La Sociedad de Fomento se transforma en un escenario para que vecinos jóvenes, adultos y adultos mayores aprendan el oficio de la actuación. Víctor Mansilla, el tallerista, habla con EcoDias sobre las razones, acciones y voluntades de los asistentes de la localidad vecina.
Categoría: Cultura

La Sociedad de Fomento se transforma en un
escenario para que vecinos jóvenes, adultos y adultos mayores aprendan el
oficio de la actuación. Víctor Mansilla, el tallerista, habla con EcoDias sobre
las razones, acciones y voluntades de los asistentes de la localidad vecina.

«Estamos trabajando en
algo nuevo, no sé qué será porque la obra arranca desde las vacaciones de
invierno», anticipa Mansilla, encargado de entusiasmar con el teatro a los
cerrenses. «La gente se acerca. Vienen 15 personas, hay una amplitud entre
los 15 o 16 años hasta los 80 y pico. Fusiono el saludo en un ‘ ieaaaa’, creo
que a la persona grande le hace re bien tener el mismo idioma que un
adolescente y el adolescente respeto a su mayor pero tratándolo de igual a
igual».

Hecho entre todos

El teatro tiene códigos, miradas, acerca a quienes participan, «lleva a
tener códigos con gente que jamás hubiéramos imaginado, nos permite ser amigos
de quien nunca seríamos amigos como no tiene distinción de razas ni de clases
sociales». La creación de un escenario, una obra, que el vecino se
convierta en un actor es un oficio difícil, con sus secretos. «Se genera
una cofradía, una cooperativa de trabajo, en donde sí o sí sabés que una vez
que subiste al escenario la única persona que te puede ayudar es la que está al
lado tuyo. Somos como hermanos. Arriba del escenario te mirás y muchos actores
se entienden, saben lo que quiere cada uno o lo que propone. Si uno se olvida
algo el otro lo va ayudar», Mansilla nos hace cómplices de esta técnica.

Los primeros ejercicios

En cuanto a los géneros teatrales, Mansilla aborda la comedia. «No voy a
otra cosa. Lo que trato de mostrar un teatro de la comedia, donde la gente
puede ir y divertirse y no tiene la necesidad de ir a amargarse. Para drama,
tenemos los noticieros. Es muy difícil hacer reír. No todos tienen el mismo
humor, a veces que uno dice una cosa en una obra y la gente se ríe, otro 20 por
ciento se ríe de otra cosa, y otros que nada les causa gracia, algunos algo escatológico
los hace reír, mientras el resto se indigna. El humor es muy amplio. Eso no se
logra en una clase, sino en miles, donde uno va explorando las herramientas que
el docente le va dando, les sirve para que después lo pueda llevar a cabo. No
me quedo con nada, lo entrego todo», se apasiona. Los problemas de cartel
de la clase no son una cuestión, lo más importante es «la frase bien dicha
o un contexto adecuado puede ser más contundente que decir muchas líneas o
estar presente en toda la obra».
Cómo comienza una clase de teatro, preguntamos a Mansilla. «Desinhibirse
es la primera propuesta. Hay gente que viene predispuesta, piensa que va a
poder hacer todo en la primera clase. Después se da cuenta que las energías hay
que graduarlas. La desinhibición es el principio de todo», El trabajo del
docente es ver qué diferencias de expectativas y recursos tienen los asistentes
al taller y nivelar, crear un cierto equilibrio que pese las ansiedades, las
expectativas, las facultades de cada uno. «El segundo paso es abordar la
humildad. A una obra viene a verla todo el pueblo, después de estar en
escenario hay que volver a hacer los mandados». Estas etapas son
sintetizadas como «la formación del ser» para Mansilla, «después
se empiezan a dar herramientas para trabajar».
La obra a poner en escena «depende del grupo, si veo brillito en los ojos
solemos armar una creación colectiva, si veo que el grupo es muy lento o no se
anima a más, trabajo con un texto. Primero, despojo la letra y empiezo por el
cuerpo, para después ponerle la letra,de esa forma se hace más fácil. De ahí en
más se trabaja con el montaje de la obra. No es lo mismo hacer un trabajo de
mesa con el texto que hacer trabajar la obra marcando las escenas, el teatro
entra por el cuerpo y por la mente. El cuerpo tiene una suerte de ventajas
sobre la mente a la hora de acordarse de cualquier cosa». Otro de los
objetivos del taller es la lectura. «Una persona que lee, más se va
enriquecer».

Invitación abierta

El taller se dicta en la Sociedad de fomento de General Cerri, ubicada en
Gurruchaga 40, los días sábados de 15 a 18 hs. Es libre y gratuito y está
abierto a personas desde los 16 años. Víctor Mansilla, actor, rockero y gestor
cultural, es el docente a cargo con 17 años de oficio sobre el escenario.



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2015-07-14 00:00:00
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