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Más que juguetes
Una colección de trenes de juguete hizo un viaje desde la Estación Constitución a la Estación Sud para despertar reflexiones, sensaciones y recuerdos de la infancia de los pasajeros en el marco de la historia nacional. La iniciativa pertenece a Ferrowhite Museo Taller de Ingeniero White y el Museo del Juguete de Boulogne, San Isidro.
Categoría: Cultura

Una colección de trenes de juguete hizo
un viaje desde la Estación Constitución a la Estación Sud para despertar
reflexiones, sensaciones y recuerdos de la infancia de los pasajeros en el
marco de la historia nacional. La iniciativa pertenece a Ferrowhite Museo
Taller de Ingeniero White y el Museo del Juguete de Boulogne, San Isidro.

La complicidad entre ambas instituciones surgió de un proyecto presentado y premiado
por el concurso «Coronación” de la Fundación
Teoría y Práctica de las Artes de Argentina y la Asociación Americana de Museos
de Estados Unidos, en el mismo se coronaba propuestas alternativas e
innovadoras que posibilitaran reimaginar, modernizar la actividad de los
museos.
«Es una muestra que organizamos junto con el Museo del
Juguete, es un pequeño museo rodante para circular por el interior de los
trenes que viajan entre Buenos Aires y Bahía Blanca. El 26 de noviembre
viajamos de la Estación Constitución a la Estación Sud llevando una muestra de
trenes de juguete en el tren de la empresa Ferrobaires. Esa muestra está
instalada ahora en el museo, va a quedar acá durante todo el verano y a
mediados de marzo estimamos que va a volver en el nuevo servicio de trenes de
nuevos ferrocarriles argentinos hacia Buenos Aires ya para quedar otra vez en
el Museo del Juguete», explicó Nicolás Testoni, director de la institución
municipal local.

Con las manos en la historia

«Estaba terminando de pulir una crónica de viaje», cuenta a Ecodias
al momento de la entrevista. No es nada viajar, sino lo que viene en las
valijas, equipaje de palabras. «Los testimonios los recogimos y en este
momento, llevamos adelante un registro fotográfico y realizamos unas
entrevistas sobre el tren». Según Testoni la experiencia fue interesante, «inolvidable
en alguna medida por lo distinto del planteo, porque dejamos de ser museo que
tienen visitantes para pasar a ser museo que visita a su público. Lo más
interesante es poder ver que esos trenes de juguete que corresponden a
distintos momentos de la historia del país y que en alguna medida representan
algunos de los cambios que se dieron en la historia ferroviaria argentina
despiertan en el público un montón de sensaciones, de recuerdos, de
reflexiones. Por un lado, los más grandes que recuerdan haber tenido trenes
como los que exhibíamos o haber deseado tenerlos, porque no siempre fue común
que los chicos tuvieran muchos juguetes, y por el lado de los más chicos mucha
curiosidad. La muestra consistía no solo en exhibir objetos sino que algunos
objetos se podían manipular y después había un vagón reservado especial, que
habíamos acondicionado para poder invitar a algunos pasajeros a jugar con
nosotros para armar trenes, dibujarlos, armarlos».
El trabajo de colaboración fue muy productivo. «Son dos grupos que no son de
nuestra ciudad sino que están instalados en Buenos Aires y Gran Buenos Aires, y
esto cierra un año en el que el museo desarrolló trabajos en colaboración con
otros grupos, con artistas, actores de la cultura de otros lugares, que arrancó
justamente a principio de marzo con los integrantes de Agrupación Boletos Tipo
Edmondson con la recuperación de algunos carteles nomencladores de estaciones
ferroviarias en la zona. Esos carteles los volvimos a ver en este viaje, desde
el tren. Los carteles que recuperamos lo hicimos en las estaciones Spurr,
Grünbein y Sud, son las tres estaciones que se incluyen en el recorrido del
tren», recuerda.
«Ha sido favorable no solo por mostrar los trenes de la colección sino
porque la propia acción es, entendemos nosotros, una manera de dar visibilidad
a esos pasajeros del ferrocarril interurbano que, a veces uno, en el
diagnóstico del estado de decadencia que ha tenido durante mucho tiempo el
ferrocarril- no hay que olvidarse que el ferrocarril de pasajeros siguen existiendo
y son utilizados por un montón de gente, que habitualmente perdemos de vista.
Era muy interesante subirse al tren para conocer quiénes viajan en concreto hoy
por hoy arriba de esos vagones».

Cierre de año

En cuanto al desarrollo de las actividades anuales, Testoni se mostró
satisfecho con lo realizado desde los ciclos, las visitas escolares y talleres
que el organismo impulsa. Respecto a «Conozco la canción», ciclo de
canto a cargo de Sarita Cappelletti aseguró que «la experiencia fue muy
grata, el ciclo se viene afianzando año a año, es un ciclo de cantores
populares que suben a escena, no en busca de fama o de dinero sino de contar
que les pasa a través de las canciones y son cantores que son nuestros vecinos,
está muy bueno. Tuvo mucha afluencia de público, es un ciclo que en principio
todos cantan y entonces, todos están llenando la platea. Tuvimos que mudarnos
de la Casa del Espía a Ferrowhite porque las instalaciones no alcanzaban. Todos
están en la platea pero en algún momento del año suben a escena y cantan. Eso
es algo muy especial que logra Sarita con su trabajo en un taller, que también
es comunitario, no sucede en nuestro museo y sí en la Asociación Siempre Verde,
en este caso el museo la caja de resonancia de eso que sucede todas las semanas
en otro espacio de la comunidad».
El gran hecho de este año fue la recuperación de una de las salas del Castillo,
«por primera vez, en muchísimos años, el uso que le estamos dando es la
nueva sede del taller de serigrafía. Este año la actividad configuró un nuevo
grupo de alumnos, de chicos de Boulevard, White, cercanos al puerto, cada vez
se está haciendo más nutrido. La concreción del proyecto nos tiene super
contentos, por la recuperación y por el aprendizaje por parte de los chicos de
la técnica, a través de ella empiezan a contar de su entorno mediante dibujos y
transfiriéndolos a remeras, a cartucheras y otras producciones que han logrado
terminar este año».

Año Nuevo

Para el 2016 los integrantes del museo esperan una continuidad de trabajo.
«Probablemente nos encuentre un poco más concentrados en la sala del
museo, donde queremos realizar algunos ajustes. Esperamos en lo inmediato
avanzar en el acondicionamiento de la Rambla de Arrieta, sector que rodea al
Castillo, que tiene vista al canal principal de la ría. La idea es a lo largo
de este verano empezar a acondicionar ese espacio como un paseo público, con
colaboración de vecinos y actores comunitarios». Al cierre de esta
edición, se esperaba la visita del nuevo titular del Instituto Cultural,
Ricardo Margo y su equipo.

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2015-12-22 00:00:00
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