La obra está compuesta por diversas piezas de arte que buscan relatar la vida de las sociedades cercanas a las vías. El artista de 31 años contó que desde sus inicios como pintor quiso retratar situaciones cotidianas y enaltecerlas: “Mostrar las cosas comunes que pasan todo el tiempo y calan hondo en la vida de cada persona”. En este caso, “mi barrio estaba rodeado por las vías del tren, mis abuelos eran ferroviarios y de alguna manera las vías se meten en el crecimiento de cada uno”, valoró.

La muestra puede ser vista como una gran unidad y por etapas en la sala de la Estación Sud. En diálogo con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, contó que la primera parte plasmó la imagen de la vía de acuerdo a las historias que escuchó de sus abuelos, de su papá y de su tío. “Una segunda parte es la del miedo, desde los 8 a 12 años, que era un lugar peligroso que los padres nos decían que no vayamos, alguno de los mitos era que el tren traía vinchucas, que estaban en los árboles y te contagiabas del mal de chagas, historias de macumbas, cosas que daban miedo y que siempre estaban latentes en esos sectores”, detalló. La última parte representa la experiencia personal, de más grande, “cuando con mis amigos nos juntábamos en la vía y éramos quienes dábamos miedo a los más chicos”, bromeó.

El artista reconoció que estas etapas son representativas para él y a su vez es atemporal porque investigó al respecto con personas de diferentes barrios, edades e incluso de la región y encontró muchas coincidencias en los relatos y anécdotas vinculadas a la temática. “Personas de diferentes familias, generaciones y regiones coinciden que es un lugar místico, raro”, acentuó.

A su vez, “en Bahía pude ver que cada una tiene una connotación particular, no es lo mismo la vía del tren que divide el barrio Palihue y el Paseo de las Esculturas que aquella cercana al canal Maldonado que divide los barrios más periféricos”, distinguió.

La muestra es una unidad compositiva de siete bastidores. Se pueden diferenciar en etapas con un tríptico, un díptico y otro díptico, o individualmente. Hay dos pinturas que complementan la obra. Una se llama: Un suceso condenado a repetirse y la otra: los límites.

Un detalle para mirar con atención en las pinturas son las plantas. “Hice visible en la obra algunas plantas que sólo se encuentran en las vías del tren porque las traen durante el recorrido y no son autóctonas”, alertó. Durante el tiempo de la muestra el artista estará presente para responder preguntas y consultas.

VIDA DE ARTISTA
Juan Cerioni comenzó la escuela de arte a los 25 años y allí hizo su primera pintura. Después dejó de pintar por un tiempo porque se dedicó más a la ilustración, que implicaban técnicas de dibujo digital. Retomó en el 2020, realizó algunas capacitaciones y pintó algunas obras que quedaron seleccionadas para el salón de la Municipalidad. “Me fue bien y por eso decidí seguir pintando”, exclamó.
“Para esta última exposición la idea ya la venía investigando hace unos meses, pero para materializarla estuve un poco apretado de tiempo, le dediqué un mes y medio, me tomé vacaciones en el trabajo y estuve encerrado en mi monoambiente”, compartió entre risas. Su próxima presentación será en Río Colorado para la que está preparando obras que cuenten la vida del Canal Maldonado.

Autor: Redacción Ecodías