Recién terminada
la Segunda Guerra Mundial, Freddie Quell trata de adaptarse a la vida civil a
pesar de los traumas y el alcoholismo que su servicio en la Marina ha provocado
o exacerbado.
Consigue un trabajo, lo pierde y luego va cuesta abajo, hasta que conoce a
Lancaster Dodd.
Asertivo líder de un grupo entre religioso y psicológico, que lo convierte en
su protegido y también en conejillo de Indias de teorías y terapias, que podrían
ayudarlo o hundirlo definitivamente.
En cuanto Paul Thomas Anderson dio detalles de esta trama a la prensa,
comenzaron los rumores sobre el parecido de Dodd con L. Ron Hubbard, el controvertido
fundador de la cienciología -culto que se ha extendido por la costa oeste de
los Estados Unidos- e inmediatamente hubo protestas y amenazas de juicio de sus
seguidores.
El director negó la relación, aunque evidentemente ha querido mostrar a que
extremos puede llegar la sumisión de un acolito y la manipulación de un mentor.
Algo que puede darse en cualquier ámbito y donde hay carencias emocionales de
una parte y ansias de dominio de la otra.
Personal no sólo en los temas que aborda, sino también en la manera de
presentarlos rodó el film en 70mm para dar una nitidez especial a las imágenes,
que según Anderson transporta a mediados del siglo XX tanto como la correcta ambientación
y el vestuario. Un efecto que no se puede juzgar plenamente en las copias de
35mm que llegaron a Argentina, pero que seguramente aportaron a la enorme belleza
de los exteriores.
Sin embargo, lo que impacta en un film tan centrado en el retrato psicológico
de personajes opuestos y complementarios -impactante en la escena del primer
interrogatorio-, son las actuaciones. La de Philip Seymour Hoffman como Dodd, creando
dudas sobre la sinceridad de su prédica en cada mirada y la de Joaquin Phoenix,
que transmite malestar en cada palabra y movimiento de Quell. Más el lucidísimo
secundario de Amy Adams, como columna vertebral del poder de “La causa”.
El film se distribuyó en el país con su título original en inglés y fue traducido
como El maestro, aunque la acepción que
mejor se ajusta es “amo”, más inquietante y reveladora del arduo camino del
protagonista hacia su libertad.

Dirección y guión: Paul Thomas Anderson
Fotografia: Mihai Malaimaire Jr.
Música: Jonny Greenwood
Origen: USA – 2012
Calificación: Sólo apta para mayores
de 13 años, con reservas
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Philip
Seymour Hoffman, Amy Adams, Laura Dern