Deadpool no quiere ser un superhéroe, pero lo es por el absurdo.
Wade Wilson era un arriesgado mercenario canadiense que se definía como: “Un
mal tipo, que cobra por golpear a tipos peores.”
Las cosas le iban relativamente bien, hasta que su suerte cambia y termina como
un mutante invencible, tan desfigurado que no se atreve a presentarse ante su novia
y con un solo propósito: destruir a quien lo convirtió en el enmascarado “pozo
de muerte” que menta su nuevo nombre.
Marvel lo hizo de nuevo y después de años de vueltas convirtió este
largometraje sobre el personaje creado en 1991 por Rob Liefeld y Fabián Nicieza
en un éxito de público y crítica.
La elección del debutante Tim Miller como director fue otra apuesta ganada, porque
aportó su experiencia como especialista en efectos al surtido de explosiones,
incendios y persecuciones de la acción y demostró que puede utilizar flashbacks
sin ralentar el ritmo del relato y mantenerlo con la verborragia del
protagonista.
Podría decirse sin exagerar que es un show de Ryan Reynolds, quien ya había
interpretado al sarcástico y violento Deadpool en X-Men Orígenes (Gavin Hood; 2009) y como en la historieta, sabe
llegar directamente al espectador rompiendo la cuarta pared.
El actor se recuperó de su fracasada versión de Linterna Verde (Martin Campbell; 2011) y otras metidas de pata
adueñándose del personaje -canadiense como el mismo- y defendiendo su trabajo
en redes sociales, convenciones de comics y otros reductos de fanáticos.
Pero lo mejor de esta enésima “película de superhéroes” es que sorprende por su
humor que va de irónico a negro y un guión que no teme al gore, al sexo o las
burradas soeces -que justifican la calificación de no apta para menores de 16- y
atrapa a pesar de escenas como la sesión de tortura “con fines científicos”, las
mutilaciones y otros espantos.
Y literalmente cientos de referencias al cine -como la ochentera a Ferris
Bueller después de los créditos finales-, la televisión, la música, la historietas,
la cultura pop, que garantizan una o más secuelas de aquí a muy poco.

Dirección: Tim Miller
Guión: Rhett Reese, Paul Wernick
Fotografía: Ken Seng
Música: Junkie XL
Origen: USA, Canadá -2015
Intérpretes: Ryan Reynolds, Ed Skrein, Morena Baccarin
Calificación: Sólo apta para mayores de 16 años, con reservas