Pensar una ciudad con accesibilidad universal
“Cuando pensamos en modificar algún espacio público, es importante tener en
cuenta que todas las personas llegaremos a ser mayores y tendremos una
dificultad o disminución de las capacidades al movernos”.
Este fue uno de los pedidos que se realizó desde el Observatorio de
Discapacidad de Bahía Blanca a referentes municipales y comerciantes en la
reunión convocada para presentar el proyecto que busca rediseñar el centro de
la ciudad.
“Para que una ciudad
sea linda para todos, tiene que ser accesible, tenemos que estar incluidas
realmente todas las personas, no sólo con discapacidad, también los adultos
mayores y las que sufren de obesidad”, explicó la integrante del Observatorio de Discapacidad, Elena
Ávalos. Cuando se habla de accesibilidad es importante ampliar la mirada ya que
“todos llegaremos a
una cierta edad que tendremos dificultades y disminución de nuestras
capacidades, tal vez no tienen un certificado de discapacidad pero tienen una
dificultad”, remarcó.
El Observatorio es un espacio que cuenta con la participación de instituciones
que representan a las personas con diferentes discapacidades. En el caso de la
entrevistada, explicó que participa como una persona con ceguera y representa a
aquellas que están en sus casas, tienen alguna discapacidad y no pertenecen a
ninguna institución.
La consulta del municipio hacia el Observatorio se realizó con el proyecto ya
terminado, esto admitía realizar algunas sugerencias. Su realización no tiene fecha
exacta, aunque prometieron concretarla en breve. La ejecución llevaría seis
meses. “Desde el
Observatorio y como ciudadanía en general tenemos que estar a la expectativa de
que se haga bien el trabajo, que se consulte con los que saben de accesibilidad
así se hace una sola vez y bien. Pero reconozco que primero tenemos que empezar
por nosotros mismos, aceptar y amigarnos con nuestra discapacidad y luego
mostrarle a la ciudadanía bahiense cómo nos manejamos, decirle que existimos y
que queremos vivir una vida lo más plena posible”.
¿Privatización del espacio público?
Ávalos dijo que en la reunión les explicaron que se hará una semipeatonal
desde la Plaza Lavalle por Alsina hasta el Teatro Municipal, se va a levantar
la calle al nivel de la vereda, se pondrán maceteros y ‘livings’ al aire libre.
“Ellos plantearon que
quieren una ciudad linda y nosotros le agregamos que tiene que ser linda y
accesible”.
En octubre de 2020 el gobierno municipal de Héctor Gay había anunciado “los trabajos
de peatonalización en calle Anchorena”. Terminó resultando la ampliación del
servicio de mesas de los
locales gastronómicos aledaños, es decir, la virtual privatización de una calle
pública.
El rediseño de un área del centro bahiense es la posibilidad para nuevos
espacios con accesibilidad universal, se deben tomar los recaudos
necesarios. Algunas de las sugerencias que realizaron desde el Observatorio
fueron que “los
living y los maceteros tengan distancias que permitan pasar con una silla de
ruedas, también que las sombrillas de los bares tengan una altura que la
persona ciega que pase caminando no se la lleve por delante, porque el bastón
te avisa qué hay en el suelo, no más arriba, que los cordones de la calle
tengan refractarias para que se puedan identificar”. Además, sugirieron la
existencia de rampas, aunque desde la Municipalidad ya adelantaron que se
evitarán los escalones.
Otro eslabón importante en este proyecto son los comerciantes, quienes tienen
la responsabilidad de que sus negocios y veredas sean accesibles. Ávalos
resaltó que se están llevando adelante modificaciones y que esperan que las
sugerencias realizadas por el Observatorio sean tenidas en cuenta.
HISTORIA DE VIDA
Elena Ávalos es una vecina bahiense que
hace 20 años quedó ciega, asegura que fue difícil adaptarse a su nueva forma de
vida. Gracias al acompañamiento de la familia y los profesionales logró superar
las dificultades y comenzar una nueva vida.
A los 33 años perdió completamente la visión “fue muy duro porque me costó
aceptarlo”. Inició un tratamiento psicológico, rehabilitación en el Centro de
Rehabilitación y Biblioteca Braille con profesores, “necesitás la ayuda de
profesionales, de la familia y luchar para salir, hay que sacar adelante una
nueva vida”, planteó.
Los primeros tres años fueron de rehabilitación y readaptación a una vida
diferente, trabajaba como enfermera, profesión que no pudo ejercer más así que
estudió Reflexología, trabajó en un gabinete e hizo Reiki. “Continué criando a
mis dos hijos, estudiando y trabajando, después también me dediqué al deporte.
Actualmente sigo compitiendo en karate, hago tenis y judo, eso me da mucha
libertad e independencia”, detalló.
Con 54 años, Elena es la primera persona ciega en Argentina que practica
karate. Ganó el Torneo Argentino de Para-Karate en 2016. Su iniciación estuvo
relacionada con una invitación, y luego el profesor junto a su esposo
desarrollaron un sistema con placas de metal e imanes para que ella pueda
desplazarse con los dedos e identificar los movimientos que debía hacer.
“Nunca en mi vida había practicado karate, fue todo un acontecimiento, empecé y
llegué a competir. Digo siempre que si yo pude todos pueden porque no importa
cómo lo hacés ni cuánto te lleve, lo que importa es que lo intentes”.
Además de su currículum deportivo y profesional, participa del Observatorio de
Discapacidad e hizo distintos programas de sensibilización para que la gente
conozca lo que es la accesibilidad para personas ciegas. “Hay personas que no
saben cómo tratarnos, no porque sean malas, no lo saben, por eso nosotros
tenemos que enseñarles”.
En relación al lenguaje utilizado a la hora de nombrar alguna persona con
discapacidad, dijo: “Tenemos que tener presente que no dejamos de ser una
persona, pero en mi caso en particular, no me afectan las palabras. Creo que la
inclusión es más importante en las acciones, cuando vos hacés por la gente, no
sólo las palabras, puede ser porque acepté totalmente mi discapacidad”.
Se considera una persona con una vida plena. Es posible verla en su canal de
Youtube.