El doctor Pablo Casella, director del Hospital Privado Dr. Raúl Matera,
actualizó la realidad que enfrenta el personal de salud en el marco de la
pandemia.

“Hoy respecto a las internaciones tenemos la terapia intensiva completa
pero contamos con lugares libres en lo que es clínica Covid donde están los
pacientes moderados”, indicó el médico. En el mismo sentido, destacó que la
internación bajó considerablemente.
Además, reseñó que lo que sí aumentó son todos los pacientes positivos que
siguen en aislamiento domiciliario. “En este momento hay alrededor de unas 120
personas, eso nos trajo problemas que tiene que ver con la asistencia
telefónica, hemos tenido que poner más médicos. El tema es que hay otros
pacientes que son contactos estrechos de pacientes que dieron positivo con lo
que también hay que hacer algún tipo de seguimiento con lo cual todos los días
se van multiplicando la cantidad de pacientes en seguimiento telefónico”.
Por otro lado, en el establecimiento siguen trabajando en sistema de bloques en
el que un grupo de profesionales hacen cinco días de trabajo y cinco de
descanso. “Nos ha sido muy útil para evitar lo que es el contagio horizontal,
cuando hay algún bloque que ha tenido alguien con alguna infección
automáticamente se hacen los estudios epidemiológicos y se ve cuánto de este
bloque se necesita aislar”, dijo Casella.
El continuo trabajo del área de Salud Mental está orientado a trabajadores y
trabajadoras para que estén asistidos frente a la angustia y el cansancio que
genera la situación de emergencia.

Dentro y fuera del hospital
Casella enunció que en la ciudad “hay una buena coordinación entre los
diferentes hospitales y sería conveniente hacer muchos más testeos de los que
se hacen. Creo que el Plan DetectAr en Bahía Blanca podría ser un elemento
importante para aislar rápidamente a los positivos y evitar los contagios
horizontales”.
Los equipos directivos de los nosocomios públicos y privados se reúnen todas
las semanas junto a la Secretaría de Salud del municipio, la Región Sanitaria I
y el plantel de la línea 107. “Vamos planteando todas aquellas cosas que
creemos que se pueden mejorar como es el lazo entre hospitales. Esto ha sido
útil sobre todo cuando estuvieron muy saturadas las terapias intensivas para
poder hacer lugar en cualquiera de los hospitales, fue una red rápida de toma
de decisiones para beneficiar rápidamente a pacientes que estaban esperando una
cama”, agregó Casella.
“Creo que ha sido hasta ahora una buena gestión sobre todo la primera parte.
Esa cuarentena estricta que tuvimos al principio fue de enorme utilidad para
poder preparar a los hospitales que no estábamos preparados para esto.
Posibilitó un retraso en la llegada de los pacientes”. En ese período de
tiempo, el Privado del Sur logró la apertura de un sector para terapia
intensiva dedicado a la atención de casos de Covid-19, armó un stock de
insumos, contrató médicos, mucamas y aumentó el número de camas.