El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad una importante herramienta para el
área local de salud mental, acorde a los paradigmas que propone la nueva ley
nacional.

Gisela Ghigliani (Frente para la Victoria – PJ), Aloma Sartor (Unión Cívica
Radical) y Raúl Woscoff (Integración Ciudadana) son los concejales que
elaboraron un proyecto de ordenanza para la creación del Programa Municipal de
Salud Mental y Adicciones de Bahía Blanca. La iniciativa fue votada por
unanimidad en el Concejo Deliberante y dicho programa dependerá de la
Secretaría de Salud comunal y del Hospital Municipal Leónidas Lucero.
Esta herramienta en su contenido busca que la cuestión de la salud mental en
Bahía se encuentre acorde a los paradigmas que proponen las nuevas normativas,
es decir las nuevas leyes de salud mental tanto a nivel nacional como
provincial.
Entre los varios objetivos que figuran en el texto del proyecto está el de
mejorar la accesibilidad de servicios, dispositivos y actividades de salud de
la población especialmente en el primer nivel e atención.
También se busca desarrollar proyectos de trabajo interdisciplinarios para la
detección temprana del padecimiento subjetivo y evitar la medicalización y el
sobre diagnóstico de niños y adolescentes.
EcoDias entrevistó a la concejal Gisela Ghigliani quien expresó sobre el
flamante programa: “Es la conclusión de estos años de trabajo en los cuales
hemos ido viendo algunos emergentes vinculados a la salud mental como puede ser
la implementación de la ley nacional y luego la provincial, como es el tema de
las adicciones, como es el tema de suicidios, de la externación de pacientes,
de los hogares tutelados o supervisados. Fuimos trabajando y los actores sociales
vinculados a este tema fueron poniendo en papel distintos objetivos,
actividades y acciones hasta que nace este proyecto que nos parece que es un
proyecto adecuado para la ciudad porque genera este programa en el ámbito
municipal”.
Tal como ya se dijo, Ghigliani destacó que el programa está en concordancia con
las nueva legislación en la materia “que es muy clara en el cambio de
paradigmas porque pasa de lo que es un paradigma viejo, de pacientes o personas
que tenían una visión sobre ellos del tipo tutelar, como de un control, casi
muertos civiles porque eran cronificados e institucionalizados a una mirada
donde el nuevo paradigma es el de los derechos humanos, donde hay una
protección integral de la salud mental de las personas. Y aquellas personas que
tuvieran un padecimiento de salud mental, que puedan gozar de los tratamientos
pero siempre dentro del marco de los derechos que les corresponden a todos los
argentinos y argentinas”.
Para ello es preciso un trabajo en pos de ir cumpliendo los objetivos antes
mencionados y otros como los que refieren al desarrollo de dispositivos
alternativos de cuidado y promoción de la salud mental con la participación de
los usuarios. También se prevé un espació de colaboración con las ONGs y demás
organizaciones sociales que trabajan en el tema y en defensa de los derechos de
los usuarios: “
Retomando el diálogo mantenido con Ghigliani en cuanto a lo que propone la
ordenanza, dijo: “Plantea este punto, plantea una mesa que se arma aquí en el
Concejo Deliberante donde va a haber un seguimiento de las políticas públicas
poniendo este tema en el centro de la agenda de salud de Bahía Blanca. Plantea
también la creación de un Departamento de Salud Mental con lo que significa
empoderarlo dentro de un organigrama de la Secretaría de Saud municipal y
dentro del organigrama general de la estructura de acá del municipio de Bahía.
Y plantea, el otro tema que es muy importante, que es tal cual dice la ley
nacional en su artículo 32, escalonadamente ir llegando a obtener un piso mínimo
del diez por ciento del presupuesto de salud para los padecimientos en salud
mental”.

Que no quede en palabras
Ghigliani comentó que los equipos técnicos que trabajan en el ámbito local,
han dado el sustento justamente técnico y conceptual para poder armar el
proyecto y darle formato legislativo junto a Sartor y Woscoff: “Lo votamos y
estamos muy contentos porque nos parece que ahora sí es un punto de partida.
Una vez que uno llega a este objetivo de tener el programa, ahora es comenzar a
obtener algunas de las cosas que planteamos en el programa que aún no las hemos
concretado”.
En cuanto a la aprobación unánime, detalló: “Se aprobó por unanimidad, hubo
algunas observaciones de los concejales de Cambiemos los cuales nos habían
planteado que fuera a Informes por una cuestión de cambiar el organigrama y la
verdad que nosotros conseguimos las firmas y nos pareció que es un tema muy
importante y no lo enviamos. Después ellos dirán cómo lo implementan, esta
nueva gestión, y el lugar que le dan también a la salud mental en su propia
gestión”.
Consultada sobre si desde el Ejecutivo municipal existe la posibilidad de que
se de marcha atrás con el programa, explicó: “En realidad el intendente vigente
promulga o lo puede vetar. Yo por supuesto creo que (Gustavo) Bevilacqua no lo va a vetar pero nosotros lo que estamos
pidiendo, nadie está pidiendo que esto sea de un día para el otro, nadie le
está pidiendo un piso ahora del diez por ciento de ese presupuesto, lo que
nosotros estamos pidiendo son gestos hacia un tema. Porque si no seguimos
trabajando como en compartimentos estancos, los equipos se relacionan en los
territorios, trabajando, armando los dispositivos para atender las urgencias
pero también nos pasa como por ejemplo con pacientes que hay que externarlos porque
la nueva ley de salud mental plantea esto, que no se construyan más lugares
donde cronificar a los pacientes y sí lugares donde no se repita esa lógica
manicomial y donde las personas puedan ir desarrollando su inserción y
autonomía”.
Todo esto, afirmó la edil, hay que ir haciéndolo de manera concreta: “Nadie
está pidiendo que se implemente al cien por cien de un día para el otro, todos
sabemos lo que son los recursos en un estado público municipal pero sí por lo
menos ir recorriendo el camino e ir avanzando con esta base firme, consensuada
que es este programa”.
Ghigliani indicó que no existía un programa de estas características a nivel
municipal lo cual hacía que las partidas presupuestarias destinadas a Salud
Mental, estén distribuidas en diferentes secretarías: “Entonces a nosotros nos
parece que esto es fundamental para después poder diseñar y actuarla la
política pública. Vos lo escribís, le ponés el financiamiento pero después hay
que ejecutarla, hacerla y la verdad con este diseño de un organigrama, de esta
forma y con estos presupuestos, siempre es mucho más sencillo y eficiente”.
Ghigliani resaltó el fundamental trabajo en red que debe continuar en este
campo de la salud: “Lo que hacés en ese papel en realidad es institucionalizar
algo que ya viene ocurriendo hace muchos años. Todos estos actores sociales
vienen trabajando en el territorio y la red de manera informal siempre existió.
Ahora tal vez lo que hacemos con este programa es escribirla y formalizarla
pero siempre existió. En estas tareas y en estos temas si no trabajás así en
equipo y de manera integral e integrada, es imposible abordarlo”.
En cuanto a una posible interacción con Salud Mental del Hospital Penna que
tiene carácter provincial, aclaró: “Habrá que ver la nueva gestión provincial
qué idea tiene, qué programas tiene, los planes que decida trabajar y ahí
veremos porque si hay recursos que son útiles para la ciudad, desde la mesa de
acá vamos a monitorear como para que los podamos bajar a la ciudad”.
El programa tiene también en cuenta a la rama profesional debido a que exige la
formación permanente de los trabajadores de salud de todos los niveles de
atención, centrada en los problemas comunitarios de Salud Mental.
Además, busca colaborar con las unidades académicas de grado y posgrado en la
formación de los estudiantes de carrera de Ciencias de la Salud y otras afines.