En el marco de la Jornada
Internacional de Alimentación y Salud organizada por la Cooperativa
Obrera Ltda., disertó el dr. Marcelo Tavella sobre el “Programa
Grasas Buenas para América Latina”.

Tavella es docente investigador
de la Universidad Nacional de La Plata y director general del
Programa de Prevención del Infarto en Argentina (PROPIA), además,
integra el grupo de trabajo ECRN (Enfermedades Crónicas Relacionadas
a la Nutrición) de Red de Investigación en Nutrición de la
Universidad de Naciones Unidas para América Latina.

Ofrecemos a continuación
extractos de la conferencia brindada el pasado 18 de abril.

Qué deberíamos estar
haciendo

Quiero
plantearles algunos aspectos mencionados en la Estrategia Mundial
sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, sobre el
entorno.

Es decir, qué cosas –plantean-
deberíamos estar haciendo… Modificación de alimentos, limitación
de contenido graso, especialmente, saturados, hidrogenados, sal y
azúcar. Promoción de una dieta saludable, incluyendo incentivos
para la comercialización, de modo de estimular el desarrollo,
producción y comercialización de productos alimenticios que
contribuyan a una dieta saludable.

Considerar políticas agrarias
que impacten sobre el consumo de alimentos a nivel nacional…
Tenemos que seguir reuniéndonos. Debemos crear estrategias
educativas que mejoren la educación para la salud y promuevan una
alimentación saludable; e introducir políticas fiscales que
influyan sobre la elección de alimentos por parte del consumidor.

Qué estábamos haciendo…

Cuando se acordó la Estrategia
Mundial, en nuestro país estábamos siguiendo el ejemplo de los
finlandeses, que comenzaron en los ’70 cuando tenían su record de
infarto en todo el mundo. Tenían muy poca plata y nos dijimos: “Ese
es el modelo que hay que seguir”.

Este Documento se inicia con la
presencia del dr. Puska, líder del proyecto finlandés, en la
Organización Mundial de la Salud (OMS). Nos enseñó algo muy claro
de entrada. Hay muchas cosas que sabemos: mientras los investigadores
siguen dándonos más pistas y pruebas, ya tenemos suficiente
evidencia. Ya hay… Es decir, que un grupo siga trabajando en las
novedades, pero con la evidencia que tenemos ya podemos bajar la
morbimortalidad en nuestro país.

Decía
Puska: el
Qué y el Cómo.
Dejemos de decir qué hay que hacer y empecemos a hacer estrategias
de cómo hacerlo.

Siguiendo
esos lineamientos, sería: el qué
es
reducir el consumo de ácidos saturados, hidrogenados y colesterol.
Todos plantean esto. Pero cuando hay que trabajar acerca de cómo
resolverlo, decimos: “Es difícil, son conductas…”. Pero se
puede hacer.

Es cierto, nos es limitado para
los médicos. Pero cuando empezamos a hacer interdisciplina nos damos
cuenta que lo que es difícil para nosotros, es fácil para otras
profesiones.

El
cómo
es aumentar disponibilidad de alimentos pobres en saturados,
hidrogenados y colesterol. Porque no me alcanza con decir: “Señor,
coma sano”, tengo que hacer este cambio.

No
fue tan fácil. Empezamos con los trans y nos preguntamos dónde
estaban. Primera pregunta que va a hacer la gente si le decimos que
se cuide de los trans. Y no lo sabemos porque las etiquetas no lo
dicen. Tuvimos que dividirnos en nuestra estructura, y los
investigadores más básicos trabajar en la composición de alimentos
para poder identificarlos. Descubrimos que estaban en casi todos
lados, entonces pedimos a los industriales que los cambien, pero no
teníamos con qué remplazarlos. Por lo tanto, el cómo
es complicado.

Tuvimos suerte, ya que había una
empresa que estaba desarrollando una semilla que produciría un
aceite, que tuviera un punto de fusión que nos copiara el
hidrogenado. Hicimos una alianza con ellos, un acuerdo con la
Universidad que permitió tener una semilla sembrada y cosechada en
Argentina, pero no hecha aceite.

Es
decir, eslabonar desde la investigación a una nueva semilla, a
desarrollar el aceite, a lograr un compromiso… Porque podemos tener
el aceite pero no quien lo venda… Hay que ayudar con la
legislación. De hecho, las empresas que están presentes acá, están
haciendo salud
pública.
Tienen que ser premiadas, pagando menos impuestos, porque le están
ahorrando plata al país.

Obviamente, también hay que
educar, hay que ayudar a promocionarlo, porque ese aceite no se lo
podemos dejar a la Cooperativa Obrera así nomás. Tenemos que
explicarle para qué es, tenemos que hablar con las empresas que lo
van a utilizar, ayudarlos en el marketing, y por último, con la
formación médica.

Para América Latina

¿Cuál es la misión? Tratar de
llevar adelante lo hecho en Argentina al resto de Latinoamérica.
Posiblemente sea a partir de noviembre en el Congreso de la Sociedad
Latinoamericana de Nutrición en Florianópolis.

Llevamos un camino. Empezamos con
el modelo finlandés en pequeña escala, conocimos al grupo de
expertos latinoamericanos con el apoyo de Naciones Unidas y acordamos
hacer una propuesta de investigación-acción.

Este proyecto tiene como objetivo
el diseño, implementación y evaluación de un programa nacional
para mejorar la calidad de las grasas de los alimentos hacia la
prevención de enfermedades crónicas.

Es un objetivo alcanzable y
medible con alta participación de todos los sectores, en un período
de tiempo corto, siendo factible la extrapolación de la experiencia
y sus resultados a otros países de Latinoamérica.