Frente
a las falsas dicotomías planteadas respecto a estar a favor o en contra del
aborto, y de la simpleza con la que se suele tocar el tema en varios medios de
comunicación, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y
Gratuito pide no solo por esto sino también por educación sexual y
anticoncepción gratuita.

“Aborto, si”, “Aborto, no”. Así de simple se plantea el debate desde algunos
sectores en algo tan importante como es el derecho que tiene una mujer a
interrumpir un embarazo no deseado. Se trata de dicotomías que comúnmente se
trazan en los medios de comunicación pero con el peligro de que luego sean
trasladados a la sociedad y la discusión finaliza sin ningún tipo de análisis.
Al respecto, la psicóloga Silvia Scheider postula una teoría muy interesante
como para empezar a hablar del tema: “Estar a favor de la legalización ni
siquiera es estar a favor de la práctica, son dos niveles diferentes de
análisis. La práctica es algo concreto y la ley que regula esa práctica es algo
abstracto. De hecho una persona puede ni siquiera estar a favor de la práctica,
decir que nunca se haría un aborto y que no le gustaría que nadie de la familia
se haga un aborto pero también decir que apoya que las mujeres que sí lo
desean, lo puedan hacer”.
Scheider integra la agrupación Autoconvocatoria Mujeres y forma parte de la
Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Hace algunos años, salió a la luz el caso de una nena violada en Médanos que recién
recibió el visto bueno de la Justicia para abortar cuando su embarazo rondaba
los seis meses. Por ese caso es que se constituye Autoconvocatoria Mujeres y a
su vez, en 2005, nace la “Campaña Nacional por el…” mientras que un año más
tarde se presenta el primer proyecto de ley: “Nace en sí misma en 2005, se
presenta el primer proyecto de ley en 2006. Nosotras tenemos contacto con
algunas compañeras de la campaña que son del Movimiento Feminista, y activa y
orgánicamente, por así decirlo, Bahía Blanca se incorpora a raíz del caso de la
nena abusada del Patronato, del año 2008, donde recibimos ayuda, asesoramiento
legal como para a su vez hacer lo que se llama la presión social”.

Libertades y derechos
Scheider le explicó a EcoDias los puntos fundamentales de la campaña que se
basan en el conocido lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para
no abortar, y aborto legal para no morir”: “Tenemos una ley de Educación Sexual
Integral que no se cumple porque precisamente los mismos sectores que se rasgan
las vestiduras respecto al tema del aborto y que creen que penalizando, el
aborto no se va a practicar, son los mismos sectores que impiden que la
educación sexual llegue a quienes tienen que llegar, y que también impiden que
la anticoncepción eficaz y científica llegue a donde tiene que llegar. Los
sectores vinculados a la iglesia lamentablemente ponen palos en la rueda todo
el tiempo, en materia de educación sexual pretenden que se eduque en la
castidad y en la abstinencia, cosa que los jóvenes no hacen por lógica, por
edad, por hormonas y porque el sexo es algo maravilloso”.
Generalmente se suele decir que un embarazo es una bendición. Ahora bien,
cuando se trata de un embarazo no deseado o adolescente ¿es también una
bendición?: “El embarazo adolescente no es una bendición, es una tragedia para
las chicas, para la familia de las chicas. Es sabido que una adolescente que se
embaraza en líneas generales deja de estudiar, se inserta laboralmente en forma
precaria, por todo esto la campaña pelea, no solamente por lograr una ley de
despenalización de interrupción momentánea del embarazo”.
Acerca de la misma situación en otros países, la realidad es diferente: “Del
hemisferio norte para arriba el aborto es legal hace cuarenta años, del
hemisferio sur para abajo es ilegal. Casualmente son dos continentes, América
del Sur y África que no por nada son los continentes del subdesarrollo.
En los países donde el aborto es legal es una política pública donde la
educación sexual está vigente hace también cuarenta años. Así y todo como
muchas veces la gestación puede ocurrir, son países que permiten que la mujer
por libre decisión, hasta la semana doce de gestación, en algunos países hasta
la semana 14, puede interrumpir su embarazo de forma segura, legal y gratuita. Esto
es norma desde hace cuarenta años, nosotros estamos discutiendo algo que del
Ecuador para arriba ya se resolvió hace muchísimo tiempo”.

Políticas Públicas
Cualquier chica, señala Scheider, que tuvo una relación sexual y no se
cuidó, puede ir al hospital Penna esa misma noche o al despertarse al día
siguiente, e inmediatamente se le va a dar anticoncepción de emergencia y la
medicación preventiva del contagio de VIH SIDA. La idea y la intención son muy
buenas, el problema radica en que muchas chicas no saben esto: “Por todo esto
peleamos, no solo por la legalización del aborto, peleamos por una política
pública que contemple los derechos sexuales y reproductivos de los seres
humanos, principalmente de las mujeres, y dentro de esta protección de los derechos,
se contemple la posibilidad del aborto”.
Las estadísticas marcan que se practican 500 mil abortos anuales en nuestro
país, al tiempo que mueren entre 100 y 120 mujeres al año “pero los ingresos
hospitalarios son de ochenta mil mujeres en todo el país. Es una cantidad
enorme de ingresos hospitalarios por causas evitables. Esas mujeres que
ingresan a los hospitales con infecciones, abortos mal practicados en curso,
hemorragias, son mujeres que no tendrían que estar ocupando esas camas de
hospital por esas causas. Tendrían que haber accedido primero a educación
sexual, segundo a anticoncepción gratuita, y de última a un aborto practicado
en condiciones sanitarias dignas y seguras”.
Para tomar mayor dimensión del problema y darse cuenta de que en sí el aborto
es real, Scheider destaca que todas las mujeres que enferman y mueren son
pobres “porque las que tenemos acceso para empezar a un capital simbólico
cultural y a recursos económicos, no terminamos de esa manera”.
El aborto ilegal, dice Scheider es un gran negocio: “En Argentina se practican
500 mil abortos por año, multipliquémoslo por el costo de un aborto que oscila
entre los 500 y los mil dólares, hecho en el circuito clandestino”.
EcoDias consultó a Scheider sobre si, teniendo en cuenta la realidad que se
vive, en caso de que se convierta en ley, se termine olvidando la cuestión
educativa: “Primero tenemos que lograr la ley, la parte educativa se tiene que
cumplir, la sociedad civil, todos tenemos que presionar porque es un derecho de
los chicos, los niños, las niñas, los y las adolescentes Eso hay que instalarlo
fuertemente, tenemos que exigir que se cumpla y no que quede a criterio de cada
directora. No que se siga citando a los padres para pedir permiso, a qué padre
se cita para darle matemáticas a los chicos”.
Por otra parte, Scheider agregó: “Las mujeres hemos dado muestras de una
vocación por la maternidad enorme, salimos a buscar a nuestros hijos en plena
dictadura, qué nos vienen a decir de que vamos a abortar masivamente y la
Argentina se va a despoblar. Las mujeres vamos a abortar desesperadas, muertas
de miedo, miedo a morirnos por la anestesia, de una infección, a que caiga la
policía. Entonces esto de suponer que las mujeres ligeramente queremos abortar
como si nos fuéramos a cortar las uñas, es descalificar, rebajar, la estatura
moral que tenemos”.
Scheider sabe que la lucha no va a ser solo por convertir el proyecto en ley
sino que luego se deberá seguir para que sea aplicada como corresponde. En ese
camino debemos estar todos y todas.