El 26 de junio fue el Día Internacional de la Lucha contra la Drogodependencia, y el Departamento de Salud Mental y Adicciones de la Municipalidad de Bahía Blanca manifestó su adhesión a la campaña Acompañe, no castigue, que busca desarrollar espacios de asistencia y prevención donde se contenga a las personas y familias con consumos problemáticos y se les brinde la posibilidad de acceder a tratamientos y acompañamiento sin prejuicios ni estigmas que muchas veces confunden a un problema de salud con un delito.

En esa línea, el jefe del Departamento, Dr. Hugo Kern, expuso: “La situación en Bahía Blanca en cuanto a la atención a la salud mental y, fundamentalmente, a los consumos problemáticos, es similar a las ciudades con características parecidas, como es el caso de Mar del Plata.

Sin embargo, destacó que “la salud mental es un producto de las condiciones de vida. Por consiguiente, la situación económica, política, cultural, resuena en la salud mental. Actualmente, hay muchas personas que perdieron la cobertura social y eso dificulta, por un lado, el acceso al sistema de salud, y por otro genera una sobrecarga del sistema público. Bahía Blanca cuenta con muchos recursos, tiene una gran cantidad de proyectos, hay instituciones a nivel municipal como provincial que siguen dando una respuesta en este plano, y con nuevos proyectos para ponernos al tanto de lo que está pasando”.

“Los consumos son, principalmente, alcohol, psicofármacos y cocaína, en ese orden, como sustancias que producen el mayor número de casos de incidentes referidos a la salud que solicitan atención. En cuanto a las personas que realizan los tratamientos, este esquema se repite, pero poniendo en primer lugar el alcohol y en segundo lugar la cocaína, como las sustancias que originan las consultas a los dispositivos de tratamiento que tenemos en el área”, indicó, en comunicación con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios.

Dar respuesta

El Departamento de Salud Mental desarrolla un proyecto de impacto social en el primer nivel de atención en las Unidades Sanitarias de la ciudad, que incluye diferentes áreas programáticas y que acercan a la comunidad la posibilidad de tener un lugar donde consultar y establecer contacto para ingresar a la red asistencial.

Esto incluye tareas de prevención comunitaria como dispositivos de asistencia, equipo de apoyo matricial en salud mental infanto-juvenil, talleres de salud mental y cultura, y área psi; grupos terapéuticos para personas con consumos problemáticos, para familiares, madres y padres, entre otras.

“Hay varias iniciativas nuevas. Una de ellas es el desarrollo de equipos especializados de acompañamiento para los consumos problemáticos en distintos barrios, como Vista Alegre, Noroeste, Zona Norte y Harding Green en una primera etapa”, contó Kern.

La sede está ubicada en Güemes 54, y el número de contacto es 291 4551159. Además, muchas de las actividades terapéuticas se realizan en Zelarrayán 848.

Cuestión de género

Bajo la premisa Acompañe, no castigue a las mujeres que usan drogas: Son más estigmatizadas que los varones y tienen menos posibilidades de acceder al sistema de salud, el equipo apunta a generar conciencia en los y las profesionales de la salud y la comunidad en general.

Al respecto, el especialista afirmó que “por un lado, hay que defender y difundir el enfoque de reducción de riesgos y daños, porque el modelo represivo, es decir, la búsqueda de tener el control sobre el uso de drogas en nuestra sociedad no ha dados grandes resultados. En general, se nota que se ha sostenido un incremento en el consumo de drogas y un aumento de la marginalidad e ilegalidad, y, sobre todo, la estigmatización y encarcelamiento donde se confunden los problemas de salud con las actividades delictivas, y quedan sin tocar temas fundamentales como el financiamiento del narcotráfico”.

“Ya la Organización Mundial de la Salud advirtió que, muchas veces, los diagnósticos de salud mental no tienen en cuenta el efecto estigmatizante que produce sobre una persona. Cuando un diagnóstico ocupa el lugar del nombre propio, y la persona, aun tratándose de niños, ve que su vida pasa a tener una marca para siempre. En muchos casos esta estigmatización es peor que la enfermedad en si misma”, puntualizó.

Concretamente en relación al consumo por parte de mujeres, Kern evaluó que este prejuicio y castigo social es más fuerte. Esto lo adjudicó a “un contexto general de un sistema patriarcal que, en la mayoría de las condiciones, la mujer tiene mayor cantidad de trabas y dificultades para la disponibilidad de recursos y las posibilidades que de desarrollo en su vida”.

“Respecto al consumo, en general tiene la característica de ser un consumo oculto, que tiene una mirada de mucho rechazo. El problema con esto, es que genera una demora en el acceso a los servicios de salud”, explicó.

Autor: Redacción Ecodías