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En las puertas del verano
Categoría: Salud

Se acerca el verano. Es en esta época donde las dietas “express” o “milagrosas”, ganan espacio y se hacen desarreglos en nuestra alimentación para perder peso en poco tiempo.
La realidad es que es imposible perder en un mes lo que aumentamos en peso durante el año.

Hay que tener presente que estar saludables no es estar flaco solamente: estar saludable es comer sano, ingresando al cuerpo todas las vitaminas y minerales necesarios, en cantidades normales y haciendo algún tipo de ejercicio, porque -nos guste o no- “somos lo que comemos”.
En diálogo con EcoDias, la nutricionista Marianela Di Federico (Mat. Prov. 364 – Mat. Nac. 3352) hizo un diagnóstico sobre qué se come mayormente, cuáles son las consultas que más se realizan y qué se debería comer.
“La alimentación está bastante desordenada, hay mucha gente que no desayuna, por los horarios de trabajo, la comida más importante es una sola y a la noche, la gente hace mucho horario corrido y no se toman un ratito para almorzar. Y cuando llegan (a la casa), llegan cansados y con hambre, comen algo rápido como pizza, empanadas o fideos, y se dejan de lado las frutas y la verdura. También está es el hecho de que la gente come apurada, porque tenemos tiempos acotados, y se perdió el momento de comer tranquilo y tener una buena calidad nutricional”, sentenció Di Federico.
En el consultorio de la licenciada aumentan las consultas cuando llegan los días templados de la primavera. “Muchos vienen por una mejor calidad nutricional, para sentirse mejor, derivados por los médicos, por un análisis que dio mal y ellos mismos deciden la consulta. Pero mayormente consultan cuando llegan los días de veranito y quieren verse mejor, para bajar de peso, sobre todo porque durante el invierno mucha gente estuvo encerrada en casa y la alimentación se desordena bastante”.
Por eso en esta época del año es fundamental recordar que además de aprender a comer con calidad, hay que encontrar el propio estilo alimentario.

Anotaciones
Para comer bien hay que tener en cuenta muchas cosas: cantidad y calidad de lo que se come, cómo se lo distribuye en el día, así como hacer las cuatro comidas diarias distribuyendo los nutrientes y alimentos en las diferentes comidas.
Para empezar el día, se recomienda un buen desayuno con lácteos, fibras y cereales, y continuar con un buen almuerzo.
“A mis pacientes les hago hincapié en el desayuno y el almuerzo para ir frenando ‘la fierita’, que llega a la tarde con mucha hambre y no puede distinguir hambre de ansiedad”, explicó Di Federico.
Otro punto fundamental para poder llevar adelante una alimentación sana es tener una dieta adecuada a las actividades que tengamos en el día, y prever que si no vamos a estar en casa, tenemos que llevarnos algo preparado para no pasar tantas horas sin comer.
“Cuando hablamos de cantidades, es lo que mi organismo tolera. No tenemos comer que hasta sentir que no damos más”, rescatando “el hecho de comer despacio y sentirle el sabor y la textura a los alimentos, por eso hay que tener en cuenta la preparación para saborear los alimentos. Todo tiene que estar en su justa medida, depende de las necesidades de cada uno”.

La guía alimentaria
Cada país tiene su propia guía alimentaria, que busca marcar un contrapunto con las deficiencias alimenticias de sus habitantes.
En el caso de Argentina, las carencias más graves son: el acido fólico, hierro y calcio. “Por eso nosotros no usamos más la pirámide. Nuestra guía argentina es el óvalo, con la importancia del agua, fundamental para la vida, y a partir de ahí de mayor a menor, los alimentos según la importancia y lo que aporta cada grupo de alimentos”.
En el óvalo se recomiendan los cereales integrales, por ser más saludables, con mayor cantidad de fibras, vitaminas y minerales.
Dentro de los cereales están las legumbres, panes, arroces, fideos, entre otros.
Luego está el grupo de frutas y verduras, que se recomiendan para ambas comidas -almuerzo y cena-, ya sean crudas o cocinas.
Una vez al día es mejor la ingesta de verduras crudas por sus vitaminas y minerales, que con la manipulación y la cocción se pueden perder. Además, las frutas y verduras están compuestas en un 70% de agua, lo cual es otra forma de incorporar agua al organismo.
Después están las carnes, con su aporte proteico. Las proteínas de buena calidad vienen además por el huevo y los lácteos. Este grupo tiene que estar todos los días por su complejo de vitaminas B, el hierro y aminoácidos esenciales
Y finalmente el grupo menor, que son los azúcares y las grasas, ya que hay grasas que el organismo necesita porque son esenciales como los omegas, y por eso es necesario evitar la cocción del aceite.
 “Tenemos que prestar atención a los paquetes porque en ellos aparecen las porciones que uno tiene que consumir en base a una alimentación normal, pero nosotros somos abusivos, siempre queremos un poquito más. No hay que dejar de comer, pero hay que hacerlo en una cantidad adecuada”.

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2009-11-21 00:00:00
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