Como problemática
relacionada con la afectación del estado de ánimo, las personas “bipolares” han
pasado a formar parte del lenguaje cotidiano.
Sin embargo, dicen los profesionales, el concepto es más amplio y debería
hablarse de espectro bipolar debido a que involucra a más cuadros.

Muchas veces, más en estos últimos tiempos, al encontrarnos con otra persona de
carácter cambiante, lo tildamos de bipolar. Ciertamente, los trastornos
bipolares existen y ahora están de moda, incluso en los medios. Pero mejor es interiorizarse
sobre el problema y despejar algunas dudas.
EcoDias consultó al psiquiatra Raúl Pinotti (Mat. Prov. 16432) quien señaló que
Trastorno Bipolar es un trastorno del estado de ánimo, y ese es el nombre
científico, por un lado. Aunque también el nombre popular de lo que en realidad
es un concepto más amplio. En los ámbitos profesionales se habla actualmente de
espectro bipolar “que involucra muchos cuadros donde el componente afectivo
está presente, o sea no es el trastorno bipolar típico -el 1-, donde
predominaba el estado maníaco o de euforia y algún episodio depresivo, ni el
trastorno bipolar 2, donde predominaba la depresión y algún episodio del tipo
hipomaníaco. Esto ha cambiado radicalmente y es muy importante para hacer
diagnósticos y tratamientos adecuados”.
Por ejemplo, el espectro bipolar incluye los cuadros maníacos desencadenados
por tratamientos con antidepresivos en pacientes que tenían un trastorno
bipolar, y su médico quizás lo ignoraba: “Esto puede implicar riesgos, incluso
el riesgo suicida. Incluye también los trastornos afectivos derivados del
trastorno esquizoafectivo, es decir donde hay síntomas del estado de ánimo pero
también del pensamiento. Incluye también las depresiones pospartos, los
trastornos del estado de ánimo bipolares, hay factores muy importantes que hay
que tener en cuenta y que tienen un tratamiento y un pronóstico muy diferente,
como son el trastorno afectivo bipolar tras el consumo de sustancias y el trastorno
por enfermedad médica”.
Se debe agregar sin dudas que muchos cuadros de consumo, incluso cannabis, a lo
largo del tiempo o por una serie de factores, pueden provocar cambios en el
cerebro y generar un trastorno del tipo bipolar, ya sea de euforia o de depresión:
“Esto que antes se veía sólo con la cocaína, hoy se ve con otro tipo de
sustancias”.
Pinotti habló de otros cuadros que están inmersos en el espectro bipolar y
destacó la importancia de un diagnóstico precoz: “El tratamiento central de un
trastorno bipolar son los estabilizadores del ánimo, es más, el uso precoz o
indebido de los antidepresivos, a veces sugerido por la vecina, puede ser
perjudicial porque puede dañar circuitos emocionales de la amígdala del lóbulo
temporal y puede ser perjudicial. Además, como toda enfermedad, cuanto antes la
empezás a tratar mejor. Por otra parte, si le erraste en el diagnóstico y
empezaste por un camino equivocado -esto no es una ciencia exacta y puede pasar-,
no sólo demorás el tratamiento y por tanto el pronóstico, sino que de alguna
manera enmascarás el cuadro, porque siempre que usás un fármaco algún efecto va
a hacer”.

Dos extremos
Hechas las aclaraciones respecto a conceptos y qué problemáticas se
incluyen en ellos -“hay que diferenciar porque en el año 2020 la principal
enfermedad en incidencia y prevalencia en el mundo va a ser la depresión por
estrés, por agotamiento, que no tiene nada que ver con la depresión de un
trastorno bipolar”-, EcoDias consultó a Pinotti acerca de cuáles son las
características del trastorno bipolar en el sentido más específico y básico del
término y de la enfermedad: “El estado de ánimo tiene dos extremos, uno es la
depresión que puede tener distintos grados de gravedad y el otro es la euforia.
Dentro de la euforia está la taquipsiquia, fuga de ideas, aceleración del curso
del pensamiento, hiperactividad improductiva, megalomanía. Es un tipo sumamente
feliz pero que se puede mandar una macana tras otra porque está muy disperso,
no logra centrar bien las cuestiones. Y otra cosa muy importante es que ambos
cuadros dentro del mismo trastorno pueden ser enmascarados por el consumo de
alcohol, por ejemplo, porque de esa manera se regula un poquito el estado de
ánimo, y por supuesto el otro extremo que es el depresivo: aledonia, tristeza,
pérdida del interés vital, grado melancólico, dolor moral, sufrimiento, apatía,
malestar, desgano, falta de planificación, de ejecutividad, de motivación”.
Según Pinotti siempre se afectan cuatro circuitos: el emocional, el estado de
ánimo, el de los impulsos y el cognitivo. “Directa o indirectamente se afectan,
por lo tanto, la capacidad de funcionamiento tanto en un estado como en el
otro”.
Para enfrentar la problemática se debe contar con un diagnóstico lo más precoz
posible y un tratamiento adecuado que, por lo general, es de por vida y logra
que las personas funciones de muy buena manera:”El problema principal es que al
cabo de un tiempo abandonan, porque se sienten muy bien y ahí es cuando vienen
las recaídas. Se sabe que cada recaída mata muchísimas neuronas, cada recaía
suele ser más intensa, y además los períodos intercrisis suelen ser más cortos.
Si no se trata bien, con los años puede haber alteraciones cognitivas también
en la capacidad de resolución de la vida”.
Delirar en estado de manía, fallas en la ejecución de programas sobre la
planificación de la vida, son algunas de las consecuencias que puede provocar
un trastorno bipolar mal tratado: “Lo puede llevar a hacer muchas macanas como
romper parejas, perder trabajos, tanto por esta dispersión, esta megalomanía de
estado de euforia, como por desgano o desinterés en estado depresivo”.
Por otro lado, con los trastornos bipolares puede darse lo que se llama
trastornos mixtos, “es decir, durante el mismo día al menos durante una semana
vas a tener momentos depresivos y momentos de euforia, un cuadro dificilísimo,
cada vez más común y muy difícil de tratar. Son cuadros que requieren de mucho
seguimiento, varía mucho el pronóstico según como se trate”.

Psicoeducación
La mayoría de las veces las personas con este trastorno deben estar
medicadas de por vida. Si bien hay formatos en los que se puede plantear la
quita de medicamentos, en general no es así. La persona con un buen tratamiento
puede desarrollar una buena calidad de vida, y vale destacar -frente a lo que
se habla en lo que tiene que ver con salud mental- que no se trata de personas
peligrosas: “En trastorno bipolar en general el juicio lo tienen conservado, no
se los declara dementes salvo que haya algún deterioro. Sí es común que en
algunos casos, y esto es muy importante en términos médicos legales, que se lo
pueda declarar inhábil por el artículo 152 bis del Código Civil. Se los llama
los pródigos, aquellos que por ahí regalan cosas, no pueden mantener su
patrimonio, su afectividad, se los puede contener de alguna manera hasta que
hagan tratamiento, y después retirarles la inhabilitación”.
El trastorno bipolar se suele relacionar a la segunda o tercera etapa de la
vida. Ahora, si ya nos referimos a espectro bipolar la edad puede ser
indiferente.
En cuanto al factor genético, Pinotti aclaró que en Psiquiatría no hay ninguna
enfermedad que sea únicamente genética: “En el trastorno bipolar hay bastante
carga hereditaria, esto no quiere decir que sean genéticas, hay bastante
predisposición. Si hubiera tres familiares directos que hayan tenido algún tipo
de trastorno del estado de ánimo, es bastante determinante pero no quiere decir
que sea genético”.
Por último, el profesional se refirió a un factor importante a la hora de
trabajar con el paciente: “Siempre se trabaja en psicoeducación tratando de que
el paciente tome conciencia y que se controle, y que tenga predictores para
consultar lo más rápido posible. La recaída depresiva es por la que consultan
más fácilmente”.