A través del esfuerzo y el aporte de más de cuarenta
cirujanos, se compraron para el Hospital Felipe Glasman dos torres de
videoscopía de última generación. Con la nueva aparatología se minimizan los
riesgos a la hora de las cirugías y se agiliza la recuperación del paciente.

Es claro que muchos avances tecnológicos benefician la
mejora de la salud de las personas. Pero no menos cierto es que esos avances
traducidos en aparatología en muchos casos son costosos y difíciles de
adquirir. Eso hace que lamentablemente algunas comunidades se encuentren
atrasadas o privadas de contar con los medios más adecuados para el cuidado de
su salud.
Un grupo de más de cuarenta cirujanos del Hospital Felipe Glasman, de la
Asociación Médica, a través de su aporte económico logró la compra de dos
torres de videoscopía de última generación que minimizan los riesgos en las
operaciones quirúrgicas y también favorecen la posterior recuperación del
paciente. De esta manera se garantiza la seguridad en operaciones tales como gastroenterológicas,
básicas y laparoscópicas avanzadas, entre otras intervenciones.
EcoDias dialogó con Osvaldo Giorgetti, especialista consultor en Cirugía (Mat.
Prov. 1367), quien brindó una reseña de cómo se fue concretando esta
iniciativa: “A fines del año pasado, ante la obsolescencia del equipo de
videoscopía y junto con la coordinadora de quirófano, pensamos la idea de hacer
una promoción de la compra primero de una torre de videoscopía nueva, y después,
a medida que se fueron sumando médicos y que estaban decididos a hacer el
aporte, decidimos comprar dos torres para poder trabajar en dos quirófanos
simultáneamente. Son torres de alta definición, las mejores de Bahía Blanca lo
cual permite una visión del campo quirúrgico superlativa y por lo tanto la
minimización de los errores al momento de la cirugía”.
Las torres en cuestión tienen un costo de 35 mil dólares cada una: “El aporte
se hizo con médicos que tienen frecuente habitualidad al hospital y que
hicieron su aporte financiado o ayudado porque la Asociación Médica entregó los
cheques y nos los descuentan de nuestra liquidación por mes. Esto significa que
esto es una muy buena conjunción de lo que es la institución y los médicos que
trabajan en éste y en otros hospitales”.

Compromiso
Además de esa conjunción a la que Giorgetti hizo referencia entre los
profesionales y la entidad que los representa, destacó también el compromiso de
los cirujanos participantes con la salud misma “porque lo que hicimos como
institución fue vehiculizar una necesidad que tenían los médicos para ofrecerle
más seguridad a sus pacientes. Teniendo una mejor visualización, un
instrumental adecuado y la posibilidad de cubrir todos los eventos azarosos se
minimiza la posibilidad de complicación”.
Las torres, que ya están funcionando, son viables, por ejemplo, para
operaciones abdominales de urgencias y crónicas, vesícula, hernias, apéndice,
cirugías urológicas y otras como para articulaciones o torax: “Es muy amplia la
posibilidad pero en determinadas circunstancias no hay que fanatizarse con el
método porque la cirugía convencional tiene todavía mucha vigencia”.
Un detalle importante y que tiene que ver con otro beneficio para el paciente
que sea operado mediante esta nueva tecnología refiere al posterior tiempo de
recuperación. Es decir, las torres minimizan riesgos de la operación y por el
mismo tipo de intervención se hace posible una estadía más corta de reposo:
“Utilizamos los métodos que históricamente se utilizaban, por ejemplo la
operación de vesícula es extirpar la vesícula y verificar que en el conducto
principal no haya cálculos. Eso hoy lo podemos hacer de la misma manera, es
decir curamos al paciente pero con pequeñas incisiones, con cirugías
mínimanente invasivas. Eso significa que tenemos todos los beneficios de la
cirugía histórica con una disminución del disconfort post operatorio y con una
rapidísima inserción laboral. Pacientes que antes tenían que estar en reposo o
reposo relativo durante treinta días, hoy a los cinco días están jugando al
fútbol.
A mi me operaron de la vesícula un miércoles y el jueves a la tarde fui a
atender el consultorio. Antes eran por lo menos siete u ocho días hasta que te
saquen los puntos y 30 de recuperación. Los beneficios para el paciente son
ilimitados”.

Más energía
Por otro lado, Giorgetti explicó que el crecimiento del hospital con toda
la aparatología incorporada provoca un consumo mucho más grande de energía que
en épocas anteriores. Por esa razón también se procedió a la compra de una
subestación transformadora que en 60 días funcionará en su totalidad: “El año
pasado hicimos un convenio con EDES en el cual le pedimos energía de media
tensión y eso generó un costo que fue a cargo de la Asociación Médica y hoy
podemos decir que en breve vamos a tener una cesión de energía de alrededor de
650 Kva, hasta ahora nos manejábamos con diez veces menos. De hecho cuando se
instaló el tomógrafo a mediados del año pasado surgió la necesidad de alimentar
el tomógrafo con nuestro grupo electrógeno que no tiene más de 3 años y entrega
alrededor de 140 Kva. Pero la energía que entrega es muy cara porque está
alimentada a hidrocarburos, combustible. Si llegáramos a tener un corte de
energía tendríamos que parar la tomografía para que se alimenten los servicios
esenciales del hospital con el grupo electrógeno”.
De esta manera, con la subestación, se podrán entregar 630 Kva lo cual permite
no solo el uso del instrumental e implementos diagnósticos sino también la
posibilidad de un crecimiento prácticamente ilimitado “porque la realidad es
que esa energía de media tensión es un monto suficiente como para alimentar no
solo lo actual y lo que próximamente tendremos sino que nos permite para
ampliaciones futuras”.