Quizás en Argentina se comenzaron a reconocer y hablar más sobre aspectos del Alzheimer a raíz de la película El hijo de la novia, del director Juan José Campanella, en donde una familia es traspasada por esta problemática.
Una enfermedad que afecta a muchas familias en la vida real y a la que es necesario conocer.
El descubrimiento de la enfermedad fue obra de los psiquiatras Emil Kraepelin y Alois Alzheimer, quienes marcaron la investigación sobre esta demencia senil que afecta de manera importante a la memoria.
Sin embargo, hay que decir que no es lo único que se va deteriorando ya que la enfermedad se encuentra dentro de un grupo de patologías degenerativas que afectan, generalmente, la corteza cerebral, la parte cognitiva del cerebro.
Funciones como el cálculo, el reconocimiento y la motricidad son algunas en las que los pacientes se van viendo perjudicados. Eso se va desarrollando en las tres fases que tiene el Alzheimer que llevan entre ocho y diez años para ir llegando a su estadio final.
El médico neurólogo Carlos Gustavo Sgrilli (Mat. Prov. 1889) explica ante EcoDias el deterioro que produce la enfermedad: Lo que generalmente la gente relaciona con Alzheimer es la pérdida de memoria, esa memoria es la de corto plazo, la que el paciente no puede fijar. Si uno le dice que recuerde lo que hizo hace cinco minutos o el día anterior, no lo recuerda pero sí recuerda lo que ha adquirido durante su vida ya sea en relación con su trabajo o su familia. Pero a medida que la enfermedad avanza también esa memoria se va perdiendo.
Y a partir de allí, se insiste, los pacientes van perdiendo otras funciones volviéndose más dependientes de terceros: Pierde independencia para sus actividades de la vida diaria. Primero es la independencia en la comunicación, en el diálogo, luego en el manejo diario de su casa, entender lo que es cocinar, lavarse, cambiarse, el uso de vestimenta. Cada vez que va perdiendo esas funciones, nosotros vamos interpretando que va cambiando de fase y hay que ir explicándole a la familia qué es lo que se le va a venir en un futuro porque la cosa va a ir empeorando. Se va deteriorando la salud del paciente lo cual implica mayor trabajo para la familia.
La familia del afectado va pasando a situaciones nuevas que cambian en un cien por ciento. Es decir, de tener una mamá o un papá que compartía todas las actividades de la casa, pasan a convivir con una persona que necesita ayuda ya que comienza a depender de los demás.
Retrasar la evolución
El Alzheimer no tiene cura pero tiene medicación paliativa. Es poca pero hay. Se trata de cuatro drogas probadas para las fases de la enfermedad: No la cura pero lo que hace es retrasar la evolución de la enfermedad. Retrasar lo más posible la total dependencia. Cuánto más logremos que el paciente sea independiente en su vida diaria, mucho mejor. Así y todo uno le tiene que explicar a la familia que esta medicación, al no curar trata de retrasar esto, pero que va a necesitar cada vez más ayuda de la familia o de los cuidadores.
La situación ante una enfermedad sin cura y un paciente al que se le deteriora su salud, no es fácil de sobrellevar. Incluso la acción de los médicos, por el estilo de la patología, se va reduciendo: Llega un punto en que mucha acción sobre el paciente no tenemos entonces va más dirigida a los cuidadores. Puede ser con grupos de autoayuda como la Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer donde uno hace charlas de autoayuda para explicarles qué es lo que va a haber de normal y qué es lo que va a haber de patológico en el paciente para que la familia no se angustie tanto. A la vez, la independencia también la va perdiendo toda la familia.
Que la enfermedad no tenga cura tampoco quiere decir que una persona se pueda morir específicamente de Alzheimer: En estadios muy avanzados, como el paciente queda como postrado, en cama, sus defensas no son las mismas. Entonces, los riesgos de adquirir otro tipo de infecciones u otras patologías son los que lo pueden llevar a la muerte, no el propio Alzheimer en sí. No se muere de Alzheimer, lo que hace la enfermedad es deteriorar tanto física como mentalmente lo que predispone que otras patologías actúen sobre ese paciente.
Por lo general, se trata de pacientes añosos que cursan cuadros de hipertensión, diabetes y desnutrición ya que el Alzheimer también lleva a no comer: Todo eso lleva a un contexto para que el paciente se pueda infectar con otras patologías que son las que realmente lo puede llevar a la muerte.
La patología del futuro
Si bien, decíamos, el Alzheimer suele afectar a personas de mayor edad también depende de los factores de riesgo de cada persona, por eso se relaciona la patología con las enfermedades anteriormente mencionadas.
Pero otro interrogante que se abre es que no hay algo específico que lleve a una persona a tener Alzheimer: Está determinado genéticamente, tampoco quiere decir que sea hereditario, si papá tuvo Alzheimer no quiere decir que yo lo vaya a tener pero está determinado genéticamente. Uno puede hacer un muestreo genético y saber si va tener Alzheimer o no a lo largo de su vida. No tiene sentido hacerlo porque hay personas a las que les ha dado positivo el test genético pero nunca en su vida lo desarrollaron. Así y todo, si uno pide el test y ve que hay probabilidades de tener la enfermedad, ¿qué sentido tiene si no hay una cura?.
Lo que sé hay que decirles a las personas, aconseja Sgrilli, es que comiencen a implementar cambios en las conductas habituales: Sabemos que mejorando la presión arterial, la diabetes, el colesterol, la actividad física aeróbica, retrasamos la progresión de la enfermedad.
La enfermedad va en aumento con los últimos años, informa el profesional. Sin embargo, y aquí otro interrogante, no hay una explicación clara del porqué: La explicación que todos le estamos dando es que la población es más longeva. En la población longeva de por sí el deterioro neurológico está, obviamente un paciente de 86 años no tiene la misma facultad mental que un paciente de 70 por el propio hecho del envejecimiento cerebral. Se la está determinando en los congresos de neurología como la patología del futuro, y de hecho en los consultorios tenemos una alta incidencia de consultas por trastornos de memoria.
No tiene cura, no se saben bien sus causas ni tampoco por qué va en aumento. Y si bien no hay métodos precisos de prevención, los médicos recomiendan cumplir con las actividades para esta y cualquier otra enfermedad: Una vida con actividad física aeróbica intensa de 30 minutos por lo menos tres veces por semana, tener una dieta sana y equilibrada, disminuir registros de colesterol o triglicéridos altos, disminuir los registros de hipertensión. Hay que ser agresivos en el tratamiento de hipertensión arterial en las personas ancianas porque se ha visto que mejora todas las funciones corporales y mentales.
Datos importantes
La Asociación Lucha contra el Mal del Alzheimer y alteraciones semejantes (ALMA) trabaja en el acompañamiento, contención y asesoramiento del allegado al enfermo Alzheimer. Si bien no cuenta con un espacio físico propio, propone contactarse con los siguientes teléfonos: 450-2686 (de mañana) y 408-7270 (de tarde).
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