Profesionales, técnicos y personal administrativo de equipos de salud de la
Región Sanitaria I, están recibiendo un curso para poder tratar e incluso
prevenir cuestiones vinculadas a la violencia familiar y de género. Una de las
responsables de la capacitación habló con EcoDias sobre la misma y también
respecto a las mencionadas problemáticas.

Después de la convocatoria nacional “Ni una menos” hubo un aumento de consultas
y denuncias relacionadas a la violencia de género. “Ni una menos” significó,
entre muchas cosas, un hartazgo social por el incremento de casos de femicidio
y de mujeres que sufren violencia y tal vez animó e incitó a que aquellas
mujeres que por temor no realizaban la denuncia correspondiente, la hagan o al
menos soliciten ayuda.
El tema está también en que del otro lado, del lado de donde se tiene que
brindar la ayuda, se necesita estar preparado. Y por eso, y por tercera vez,
desde Región Sanitaria I se está llevando a cabo un curso sobre “Violencia
Familiar y de Género para Equipos de Salud”. La capacitación consta de cinco
encuentros y actividades virtuales, está destinado a profesionales técnicos y
personal administrativo de salud, integrantes de ONGs y referentes territoriales.
El curso está a cargo de Cecilia Castro, Analía Leyes y Mariana Rubio y, según
se informó, se está trabajando sobre las violencias basadas en el género, el
marco legal y el registro de las situaciones de violencia en el sistema de
salud pública.
También se hará hincapié en abordajes interdisciplinarios ante situaciones de
violencia familiar y de género, entre otras cuestiones.
Sobre el tema, EcoDias dialogó con la mencionada Mariana Rubio, licenciada en
Trabajo Social y referente del Programa de Violencia Familiar y de Genero de
Región Sanitaria I: “La idea de
hacer el curso para los equipos de salud de la provincia, surge a través del
programa provincial del Ministerio de Salud, frente a la situación problemática
que hay con la violencia de género que pasó a ser una cuestión de salud pública
por los casos, las altas tasas de mortalidad por lesiones”.
La intención es la preparación de los profesionales y demás personas que
integran los equipos de trabajo, para atender y trabajar ante casos o posibles
casos: “que tengan herramientas en la detección precoz y a la hora de recibir a
una mujer saber que se puede estar frente a una víctima de violencia y conocer
los dispositivos locales que hay en la región desde el lugar de asistencia,
judicial, desde Desarrollo Social para poder convocarlos e intervenir
interdisciplinariamente e interinstitucionalmente”.
Un equipo de salud está constituido por todos los profesionales de diferentes
ramas que desde su lugar tienen injerencia en la cuestión salud: enfermeros,
médicos, trabajadores sociales, promotores de salud, administrativos y psicólogos,
entre otros.
La capacitación que se está brindando, refiere a, dijo Rubio “un aumento,
desde los sectores epidemiológicos, un aumento de casos de atención de ese
sector público y que muchas veces los profesionales de la salud no tienen en su
formación, las herramientas de cómo abordarlo”.
Como ya se dijo, es la tercera vez que se brinda un curso de estas
características que ha recogido buenas experiencias en las ediciones anteriores:
“Nos ha ido muy bien, han participado agentes de salud de distintos partidos.
La última vez que lo hicimos, había gente de Pigüé, de Saavedra, de Guaminí, de
Coronel Rosales, de Bahía Blanca… por suerte han participado muchos agentes de
salud y de distintas disciplinas”.

La obligación de notificar
Anteriormente, la licenciada Rubio habló de lo que se conoce como detección
precoz de un caso de violencia: “Muchas veces lo que ocurre es que uno llega a
atender a la paciente o a la mujer cuando ya viene con una lesión física muy
grave pero esto se puede detectar precozmente no solamente por los golpes sino
por el mismo paciente que reiteradamente llega a una unidad sanitaria o a
determinado servicio de salud muchas veces por angustia, por estrés, por lesiones
leves, siempre con un argumento de que fue una caída”.
A veces, señaló, la persona ingresa al hospital por otras causas y por eso la
idea del curso “es poder darles herramientas a los equipos de salud para que
puedan tener una mirada más allá del síntoma”.
Ante lo dicho se desprende que los casos se pueden evitar y que puede haber una
intervención del sector de la salud en ese sentido: “Sí, por eso es importante
la participación del sector salud porque además muchas veces solo llegan a la
salud porque no puede llegar a la comisaría, no pueden llegar a la justicia por
temores, porque no saben y a veces es el momento justo o el único momento que
tienen de poder compartir lo que les está pasando con otro de afuera, con un
tercero. Si esta persona del sector salud está capacitada y tiene las
herramientas, tiene la posibilidad de asesorarla (a la víctima) sobre a quién ir o de convocar al equipo de salud,
convocar a la psicóloga, hasta a veces es criterio de internación cuando se
considera que la persona corre peligro”.
Consultada sobre si existen estadísticas sobre la problemática, comentó las
dificultades que existen de llevar adelante un registro por la falta de
notificación de casos: “Estamos activando eso ahora en la Región, es uno de los
objetivos del programa, también tenemos una planilla de notificación al
interior del programa y que nada tiene que ver con justicia pero la verdad que
todavía nos cuesta esto de que los agentes de salud puedan volcar los datos. Es
muy importante también para una decisión política”.
Debido a ese defecto es que en la capacitación se busca sensibilizar y reflejar
la importancia de contar con un registro de las situaciones. “Se van a ver
temas sobre todo lo conceptual de qué es la violencia de género, los marcos
legales, qué es lo que dice la ley con respecto a esto y cuál es la obligación
de los agentes de salud pública de intervención”.
Suele haber una confusión de lo que es instancia privada pero, dijo Rubio, la
ley ya establece que los casos de violencia de género ya no son una cuestión de
instancia privada y de allí la obligatoriedad de notificar situaciones de
violencia: “Después la denuncia la hará o no la persona porque es mayor de
edad. También vamos a ver todo lo que tiene que ver con los tipos de violencia,
doméstica, las obstétricas, todo esto del derecho al parto natural que nos
convoca tanto a los agentes de salud”.
Ante esa obligatoriedad de notificar, EcoDias le preguntó a Rubio porque no hay
un cumplimiento de ello: “Yo creo que es porque todavía no está socializado
este cambio que hubo el año pasado en la ley provincial. Además en el tema de
violencia de género hay algunas cuestiones de miedo si hay que proceder o no,
hasta dónde es una cuestión de la mujer y hasta dónde es una cuestión nuestra
como agentes públicos. Todavía eso no está muy socializado”.
Frases como “es problema de ella” o “es problema de la mujer porque ya es
grande” son las que suelen escucharse “y eso es lo que se está cambiando ahora,
ese paradigma. Ya no es problema solo de ella sino de toda la comunidad”.