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Adicciones y conductas suicidas
“Intervenciones preventivas sobre adicciones y conductas suicidas” fue el tema de la conferencia dada por el licenciado Andrés Oscar Samá, organizada por la Fundación OSDE.
Categoría: Salud

“Intervenciones preventivas sobre
adicciones y conductas suicidas” fue el tema de la conferencia dada por el
licenciado Andrés Oscar Samá, organizada por la Fundación OSDE.

“En este nuevo siglo y desde hace bastante tiempo las adicciones ocupan un
lugar mayor dentro las preocupaciones de los profesionales de la salud, también
preocupa el creciente consumo de los jóvenes. El suicidio es una conducta que
está asociada al consumo de sustancias, tiene bastante vínculos, si uno piensa
las adicciones como una conducta de un consumo de sustancias que deteriora el
organismo tiene que ver con un suicidio lento, aunque también hay acciones o
actuaciones después del consumo que terminan con la vida”, introduce Samá,
licenciado en Psicología. “Se habla en los medios de comunicación de adicciones
por lo que pasó en la fiesta de Buenos Aires donde murieron unos chicos, hablan
de las adicciones como si fuera algo extraño, alejado, raro, que se da en una
fiesta o de cosas muy peculiares como las pastillas de éxtasis, pero no hablan
de las más comunes que tienen que ver con el alcohol, con los psicofármacos, el
tabaco, con la marihuana. Todo el mundo se sorprende porque se mataron chicos
por el consumo de éxtasis pero no cuentan los comas alcohólicos, los accidentes
de tránsito por exceso de alcohol, que son mucho más masivos. No estoy
descartando la otra situación. Siempre en los medios aparecen las grandes
noticias, se olvidan de lo cercano”.
“Uno compra (en el mercado) lo que quiere sentir” le
habría dicho un paciente a Samá. “Frase que enuncia mejor que cualquier otra la
verdad del consumo de drogas. En esta verdad están incluidos todos los consumos
compulsivos no sólo de sustancias, en este caso las otras adicciones en las que
no está involucrada una sustancia: ludopatía, compras compulsivas, alimentos,
Internet, etc. En esta época de globalización el mercado pretende ser el amo y
señor, el creador de las modas y los gustos de las personas, es un gran
shopping cuyo objetivo primordial es vender mercancías, llegando al mayor
número de personas y homogenizando lo más posible los deseos” aseguraba el
especialista en un informe de su autoría publicado en la revista de la
Fundación PROSAM.
“Mercancías, ilusiones de completud, mercancías que pretenden anular las
preocupaciones, las dificultades, el malestar, negociar la incompletud, tapar
la castración. También a ese mercado le es útil que la mayor cantidad de
personas presten su voluntad a la compra de objetos.
Son
ofertas de goce para un consumidor que, vía marketing, termina siendo consumido
por las ofertas de objetos o drogas, sólo hay que elegir con qué me completo,
el proveedor y la forma de pago”, continúa la nota científica.

Formas lentas
“Lo peculiar del consumo de sustancias es que la persona sabe que se está
haciendo daño, pero hay en el consumo progresivo y adictivo hay una pérdida de
la voluntad y eso lleva a la muerte”. Las adicciones son recuperables no
curables, “de no recuperarse llevan a la muerte, principalmente por el deterioro
en el cuerpo”.
En relación con el papel que juegan las políticas públicas en la prevención de
adicciones, el profesional aseguró que “deberían ayudar”. Según el
especialista, “una cosa es la lucha contra el narcotráfico, que está perfecto
que lo hagan, y otra es la asistencia del sujeto, la prevención para aquellos
que aún no consumieron. Una tiene que ver con salud y otra con seguridad, la
represión policial, forman parte del mismo fenómeno pero son distintas”. La
salud pública en cuanto a las adicciones ha sufrido bastantes idas y vueltas
asegura Samá, “no sé exactamente cómo está ahora en la provincia de Buenos
Aires. Hubo épocas donde había centros asistenciales y centros preventivos en
todas las localidades, de hecho hubo una época que venía a Bahía Blanca por esa
razón. Después la falta de presupuesto, crisis económica, hizo que fuera
quedando de lado”.
“Siempre decimos que las adicciones no solamente afectan al individuo en su
conducta, no solo afecta al individuo en su organismo, sino que afecta a la
familia y a su entorno. También es cierto que la familia tiene que estar atenta
a estas situaciones porque también pasa que no lo perciben, no se dan cuenta,
no están atentos que les suceden cosas a los hijos, las pasan por alto. Es muy
doloroso, pero este es el final de la historia tenemos que pensar en el
principio de la historia”.
Las adicciones son una problemática social y cultural, “esto es cierto, la
sociedad lleva a eso, de alguna manera plantea que la felicidad es posible si
uno consume esto o aquello. El mercado domina esta época cultural que estamos
viviendo. Pero no nos debemos olvidar que en el consumo de sustancias hay una
decisión de cada sujeto, si yo no hago responsable al sujeto que consume no
puede dejar de hacerlo. Si culpo a la sociedad, a las situaciones y cuestiones
sociales, estoy poniendo el foco solamente en el otro lado, el foco lo voy a
poner ahí pero también en el sitio del sujeto, implicaría que no deje de
consumir porque la sociedad lo hace consumir o las desgracias familiares. Por
eso es una enfermedad que tiene multiplicidad de causas”.
Respecto al suicidio, el licenciado agregó que “es cierto que no se habla
tanto, pero cada vez aparecen más estas conductas, de hecho y en la provincia
de Buenos Aires hace unos años ocupa el segundo lugar en muertes traumáticas de
suicidio, de 12 a jóvenes de 24 años, en una estadística de la Dirección de
Prevención del Suicidio. Tiene un lugar de mucha importancia, aunque no se
conozca mucho, ocupa un lugar de mayor importancia. Es posible prevenir el
suicidio no como suicidio en sí, si es posible prevenir desde el lugar de
escuchar al otro, de darle un lugar, contener, asistir, ayudar si hay
dificultades. Como así también pasa con las adicciones, que de última el
suicidio tienen que ver con un mensaje a otro, un mensaje que no es escuchado,
las adicciones tienen que ver con eso, también con algo que no se dice”.

MAGNITUDES

El Ministerio de Salud publicó en el año 2014 un informe bajo el título
Epidemiología en Salud Mental
y Adicciones”. En el mismo se refleja la problemática nacional y se la compara
con los índices y conclusiones a nivel mundial. “T
anto
el suicidio como los intentos y las lesiones auto-infligidas son fenómenos
humanos complejos, universales y representan un gran problema de salud pública.
En los últimos 45 años, las tasas de suicidio han aumentado en un 60%. Cada año
se suicidan en el mundo, cerca de un millón de personas. Actualmente, se estima
una tasa de mortalidad “global” por suicidio de 16 por 100.000 habitantes
(Organización Mundial de la Salud, 2012). Las muertes producidas por distintas
formas de violencia afectan a todos los grupos de edad, pero tienen un
particular impacto en personas jóvenes (OMS, 2010). El suicidio se presenta
como una de las tres primeras causas de defunción en personas de 15 a 44 años y
la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años; estas cifras no incluyen las
tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes que los casos de
suicidio consumado (OMS, 2012)”.
Tanto los organismos nacionales como internacionales señalan que los factores
de riesgos que llevan al suicido son las enfermedades mentales, principalmente
la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias,
la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y
sociales. Las lesiones auto infligidas pueden identificarse en pacientes con un
diagnóstico de trastorno del humor, ansiedad, abuso y dependencia de
sustancias, trastorno de la conducta alimentaria y psicótico, al igual que en
cada uno de los trastornos de personalidad y, en especial, el trastorno límite
de personalidad. Algunos consideran que, a la luz del significado clínico de la
conducta y de su presencia a lo largo de múltiples trastornos, las lesiones autoinfligidas
deberían constituir un síndrome diagnóstico por sí mismo.

Fuente: www.msal.gob.ar

INTERVENIR

El suicidio es una conducta que como mensaje es dirigido a un otro. La adicción
pensada como enfermedad es progresiva y terminal y recubre las características
de un suicidio lento o impulso a morir en el caso de una sobredosis (ingesta en
gran cantidad y en un cierto tiempo) de alcohol o drogas. Se trata de una
enfermedad prevenible y tratable y que de instalarse en la persona y no detener
el consumo lleva a la muerte por sobredosis o por causas indirectas o
enfermedades asociadas.

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2016-05-10 00:00:00
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