Al finalizar su charla en la Casa de la Cultura de la Universidad Nacional del Sur (UNS), se le consultó al historiador ¿qué impresión se lleva de su paso por la ciudad?: “La impresión que me llevo es a Fabiana, integrante de las Kumelen Newen Mapu. Me impactó su fuerza y determinación. Así chiquita como uno la ve, y con una amabilidad hacia mí que me avergüenza, realmente me voy con el corazón lleno de ella”, respondió.

Y continuó resaltando que el objetivo principal de su visita es el cambio de paradigma. “No vine a vender libros ni a perder. Vengo a cambiar esto. Todos los que estamos en esto buscamos un país inclusivo, estamos avanzando y la gente no lo cree”.

Como psicólogo e historiador, reconoce que cambiar el imaginario lleva tiempo: “Cuando era chiquito hacíamos las carabelas con las cáscaras de nuez, ahora ya no se hace. Es lento el cambio. Tarda en decantar. Quizás nosotros no lo veamos, pero creo que sí, porque ya estamos viendo cosas”, reflexionó.

Un ejemplo que se está produciendo un cambio es el uso de la bibliografía en las escuelas. DescubriMiento, un libro de su autoría, está siendo usado por las maestras del conurbano bonaerense.

Trabajo sostenido

Durante su estadía en la ciudad, el autor también participó de la intervención “Piedras para un chenque”, realizada en la Plaza Rivadavia recordando el 19 de mayo de 1859. En relación a la concurrida participación destacó: “Soy ateo por naturaleza y no creía que iba a haber tanta gente. Sin embargo, hubo mamás con sus hijos que se sumaron. Estamos asistiendo a un cambio de paradigma”.

Por otro lado, en las manifestaciones públicas o las redes sociales reconoció que recibe agravios de todo tipo y también lo identifica como parte del cambio.

Al finalizar su exposición, concluyó: “No tenemos un país fraterno, no queremos un país monocromo. Para eso venimos acá y para eso seguimos nuestro viaje”.

ESCUDO ORIGINARIO
Durante la charla, Valko narró diversas historias desconocidas de la argentina, a las cuales se dedicó a investigar. Una de las más destacables fue la del gorro del escudo nacional: “Belgrano mandó a hacer una bandera y cuatro escudos nacionales, que fueron pedidos a un orfebre tupacmarí, y al gorro frigio, lo diseñó con la tulma, con un pompón como el gorro coya. Esa era su percepción. Quedó sólo uno de los cuatro que mandó a hacer, y tiene el cuño de la Asamblea del año 1813. Sólo que cuando llega Bartolomé Mitre al gobierno, mandó a modificarlo y le cortó el pompón”, explicó.
Por este motivo, desde el 2009 presenta todos los años el proyecto de ley al Congreso Nacional para retomar “nuestro verdadero escudo originario, que no es una pavada, es parte de nuestro símbolo, de nuestra revolución, que era inclusiva” remarcó.
“Queremos volver a un país inclusivo, fraterno. Hay una frase en nuestro himno nacional que dicen ‘ved en trono a la noble igualdad’, que quiere decir que nos gobierne la noble igualdad”. En esa línea, concluyó: “Estamos en un momento extraordinario de la historia. No es un momento de meseta. Estamos en movimiento. Es lógico que el otro paradigma se enfrente a nosotros, que estamos luchando por un país plural que no sea monocromo”.

Autor: Redacción Ecodías