Fileteando Ilusiones comenzó el 9 de junio de 2012, un grupo de personas que pertenecían a otra murga pero decidieron abrirse camino y armar su propio espacio. Al comunicarnos con una de sus más antiguas integrantes, Estefania Fontan, expresó: “Iniciamos con poco y nada, con uno o dos bombos. Con el tiempo y a pulmón fuimos creciendo más”.

Este año cumplieron diez años y los festejaron con una cena y como no podía faltar, una fiesta. Estuvieron acompañando representantes, integrantes, amigas y amigos de distintas murgas bahienses.

La diversión, la recreación y las actividades gratuitas a favor de la comunidad del Barrio Don Bosco fueron y siguen siendo los fines de su misión. “Previo a la pandemia hemos ido a comedores y diversos lugares comunitarios en los cuales buscamos poder brindarles otros recursos, actividades que los chicos y la gente del barrio puedan realizar sin costo. En lo único que deben invertir es en su propio traje”, agregó Fontan.

“Todo lo que hemos logrado fue a pulmón y con los pocos eventos que podemos hacer por año”, comentó y subrayó el gran golpe que dio la pandemia a la tradición murguera. Y a esta situación, se sumó que el 7 de mayo del 2020 entraron a robar al salón llevándose el equipo de sonido, la panchera y el freezer. “Se llevaron todo lo que usábamos en los eventos y en el día a día para trabajar. Fue un golpe muy duro porque estábamos en plena pandemia, no teníamos recursos monetarios para salir y comprar lo que nos habían sustraído, pero de a poquito, recién en estos momentos estamos tratando de recuperar las cosas más grandes como el equipo de sonido, es lo que más cuesta y lo que más necesitamos”, sostuvo.

A pesar de lo sucedido hoy la murga se mantiene de pie, continuando sus actividades en el barrio, llevando alegría a las calles. Uno de sus fines próximos a realizar es poder obtener la personería jurídica: “Eso nos permitiría en algún momento recibir alguna donación o subsidio, nos permitiría organizarnos de otra manera”, cerró la murguera.

Autor: Redacción Ecodías