El creador del grupo es el artista Ramiro Anderete, que desde el año 2008 se había instalado en la región del valle del Río Negro y Neuquén capital para desarrollarse artísticamente. En 2010, cuando comenzó a hacer sus producciones propias de espectáculo y propuestas pedagógicas en el Teatro de la Estación de Fiske Menuco, la necesidad de ponerle un nombre a este proyecto surgió. Como la modalidad de los espectáculos era, principalmente, en el espacio público, estableció el nombre Cirqué de la Callé con el objetivo de generar identidad.

En el 2012 retornó a una Bahía Blanca en donde el arte circense estaba creciendo a pasos agigantados, de la mano de distintos espacios y grupos de artistas, con las y los que comenzó a relacionarse y a participar de producciones. En ese marco, conoció a Mercedes Almaraz, quien ya era artista escénica, directora teatral y programadora de eventos culturales, y al invitarla a formar parte de la Compañía empezaron a crear, primero, sketchs cómicos, y luego espectáculos.

En paralelo, produjeron y programaron el Festival de Circo, máscaras y artistas callejeros llamado FestiCirco Bahía Blanca durante siete años continuos desde 2013 a 2019. En el año 2014, con la ayuda de Agustín Asensio crearon el espacio escénico Anfiteatro Ambulante, y en 2017 invitaron a Juan Pablo Borello a formar parte de la Compaña para el desarrollo del cuarto espectáculo del Cirqué de la Calle, llamado Oh Maikel! El circo y el deporte se dan la mano.

“A lo largo de estos 14 años, Cirqué de la Callé ha producido contenido audiovisual, propuestas de formación, cinco espectáculos, siete ediciones de FestiCirco, siete ediciones de Ciclo de Espectáculos a la gorra en el Anfiteatro Ambulante, participado de encuentros, festivales y convenciones en diez países. Además, realizamos gran cantidad de presentaciones en espacios públicos, eventos familiares, instituciones, festividades y fiestas populares”, contó Anderete.

Nos vemos en la calle

Sobre la dinámica de sus propuestas, el artista indicó que “el espacio público es un espacio de encuentro y, como tal, una posibilidad de generar un hecho artístico social, en donde artistas y espectadores confluyan. El arte en ferias, plazas, mercados y parques es muy antiguo. En Argentina los espectáculos de arte callejero son habituales en capitales y lugares turísticos”.

“En nuestro caso, quisimos generar ese espacio de encuentro y que sea portátil para poder montarlo y desmontarlo en distintos lugares. Así surge el Anfiteatro Ambulante, un espacio escénico que consta de gradería y bancos, cartelería, equipos de iluminación y sonido, e infraestructura de elementos circenses y escenográficos, con una capacidad de hasta 120 espectadores sentados”, enumeró, en comunicación con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios.

Los espectáculos son pensados para poder adaptarlos a distintos escenarios, y de la misma manera el contenido es apto para todo tipo de públicos: “El beneficio es la posibilidad de un público latente, la libertad de expresión, la posibilidad de monetizar el arte por medio de la colaboración de los mismos espectadores, y eso se traduce en una posibilidad laboral de profesionalización del trabajo artístico”.

Respecto a la relación con las personas que se acercan a compartir las propuestas, Mercedes Almaraz expuso: “El interés por el espectáculo siempre está. El tema es que, cuando los contextos se vuelven más complejos, y cuando hay mayores necesidades, siempre observamos que lo cultural es lo que queda relegado”.

“Ahora, en el verano, la gente tiene que costear el alojamiento, alimentarse, y lo que recorta generalmente es en lo cultural. Sea ir al teatro, o en sumarse poniendo en una gorra. Y lo difícil es que la gente valore. Más allá que esto es nuestro oficio y que tenemos una manera de pasar la gorra muy respetuosa, el aporte de algunas personas es más parecido al valor de una entrada, y otras a una propina. Pero siempre estamos generando una conciencia. Seguimos eligiendo el espacio callejero en el anfiteatro ambulante porque nos parece importante que el público pueda acceder a espectáculos como los que hacemos”, afirmó.

En esa línea, se refirió a el rol que tiene el arte y la cultura en el ser humano, y lo describió como “inherente. Por eso es importantísimo generar estas instancias en las que la gente se pueda encontrar con espectáculos diversos, y que las personas puedan elegir, optar por los espectáculos que se ofrecen. No se puede elegir algo que no se conoce, y esa es una misión gigante, que seguimos construyendo hace catorce años”.

La Compañía Cirqué de la Calle trabaja durante el año en Bahía Blanca, ofreciendo sus espectáculos en salas de teatro, o en la calle. Además, organizan eventos culturales y llevan adelante talleres de formación en espacios culturales, escuelas de arte o teatro, y son convocados en la región para festivales, fiestas populares, y todo tipo de eventos. En Pehuen Co, estarán ofreciendo espectáculos todas las tardes de enero.

Autor: Redacción Ecodías