Internos
y personal de la Unidad Penitenciaria N°4 de Villa Floresta, llevaban
entregadas a mediados de abril 400 kits de protección para personal de la salud
de Bahía Blanca y la zona.

En el Anexo del Centro de Formación Profesional del establecimiento carcelario
continúa el trabajo solidario, comunitario y el esfuerzo mancomunado de hace
años, aunque esta vez para hacer frente a la emergencia sanitaria.
“Los internos son
todos voluntarios, gente que dona el trabajo a las instituciones. A partir de
ahí se generaron más pedidos desde los hospitales. Lo que hace que el taller
textil esté trabajando desde la mañana hasta la noche”, expresó Andrés
Contreras, encargado del Anexo de Formación Profesional del penal.
Contreras expuso que se están realizando dos importantes líneas de trabajo.
Una se trata de la fabricación de protecciones faciales mediante la impresión
3D de vinchas con la impresora del penal y de otros centros de formación que
las pusieron al servicio, y que los internos se encargan de armar.
Por su parte, el otro proyecto se realiza a partir de una solicitud de
referentes de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Sur
quienes consiguen los materiales, telas, hilos y demás insumos para la
fabricación de equipos de camisolín, barbijos y cofias.
“Todo esto es posible por un equipo de personal del servicio
penitenciario que se pone al hombro el proyecto, que son los jefes del taller,
los directivos y seis guardiacárceles encargados del grupo de internos”, reseñó
Contreras, quien también se mostró agradecido con instituciones y los centros
profesionales 401, 402, 403, 406 y 408 por la colaboración.
A raíz de la iniciativa surgió la idea con Cáritas Arquidiocesana Bahía Blanca
de dejar en funcionamiento el aula textil en pos de realizar buzos y joggings
para los sectores más vulnerables, algo que se llevará a cabo en el futuro
próximo. Mientras tanto, junto a la institución cubren otras necesidades de
urgencia como la confección de mantas de polar.
Asimismo, se destaca que se está realizando la confección de delantales de
plástico para que agentes de la salud puedan usar como protección. En esta
propuesta empresas locales aportan materiales y con ello se preparan los
pedidos para la Región Sanitaria I.