El hecho
de discutir salarios y mejores condiciones de trabajo en paritarias anuales
forma parte del actual sentido común que no fue el imperante durante los
treinta años de historia previos a 2004. La contradicción entre dos modos de
resolver la distribución del ingreso resalta cuando se compara la actualidad
con la dictadura y los noventa.
En ese último tramo, las convenciones colectivas estuvieron congeladas a
consecuencia del sometimiento del gobierno de esa época al plan de
flexibilización laboral impuesto por el Consenso de Washington. En el período
2004-2014 el número anual de paritarias creció 464,1%, pasando de 348 en el
primero de esos años a 1963 en 2014. La ampliación en la cobertura de
trabajadores dentro de las paritarias se expandió 258%: en 2004 eran 1,2
millones de asalariados convencionados y crecieron a 4,3 millones en 2014.
En el último año las actividades que más convenios colectivos cerraron fueron
la Industria (670 convenios), el Transporte (363) y los Servicios (318). Los
acuerdos de trabajo regulan todos los aspectos de la relación laboral:
jornadas, descansos, vacaciones, condiciones de trabajo y, por supuesto, la
remuneración. Es interesante observar que si bien el salario siempre fue la
columna vertebral de la negociación (en el año 2014 se homologaron 1564
cláusulas sobre salarios y compensaciones en todos los convenios) los artículos
relacionados a otros aspectos del trabajo fueron creciendo a la par del nivel
de empleo: en los últimos cinco años se destaca el aumento de las cláusulas
relacionadas con la Equidad de Género (348,3%), la Higiene y Seguridad en el
Trabajo (81,6%) y las Condiciones de Trabajo (55,3%).
Esto muestra cómo los asalariados recuperaron derechos a medida que la economía
creció a la par que el trabajo fue asumido como núcleo central de las políticas
del Gobierno nacional. La masa salarial y los aumentos obtenidos en paritarias
tienen por marco referencial la realidad que tiene cada rama de actividad y la
dimensión de las empresas.
Echamos una mirada a esa relación leyendo los Estados contables de grandes
empresas que cotizan en Bolsa. Aluar, Banco Francés, Molinos y Telecom
Argentina nos dan una pista de sobre ambos protagonistas: el trabajo y el
capital. En el caso de Aluar, el gasto en sueldos y jornales aumentó un 41,4
por ciento en el período 2013-2014, es decir, 11 puntos porcentuales más que la
paritaria cerrada mediante convenio, incremento que está influenciado por
gastos por indemnizaciones, despidos y gratificaciones para los empleados
desvinculados.
Las ganancias de esa empresa aumentaron 186% en el último ejercicio. Existe
alguna similitud con Molinos, firma que incrementó durante este año 253,5% sus
utilidades después de un complicado 2013. Esa empresa registró un aumento del
22,66% de los costos salariales en 2014, es decir 15 puntos porcentuales menos
que la paritaria anterior.
En cuanto a servicios, respecto de los financieros, el Banco BBVA registra
incremento de ganancias de 58,3% por ciento y una suba del costo salarial de
46,38%. En telefonía, Telecom aumentó las utilidades 14,6% y 33,62% los costos
salariales. La distribución del ingreso mejoró notablemente a favor de los
trabajadores durante los últimos años, política que necesita esfuerzos
mancomunados de los tres actores que intervienen en las negociaciones:
empresarios, trabajadores y Estado.