La campaña de Piecitos calentitos nació en 2001 desde la Fundación Cecilia Grierson. Se realizó en forma consecutiva cada año, hasta 2012 cuando se interrumpió. Este año retomaron con gran convocatoria y con una nueva modalidad: “Hicimos un flyer para que cada persona, institución o empresa que se sumó, lo usara en una caja simple y lo pusieron en sus lugares”, explicó la presidenta de la Fundación, María Del Carmen ‘Mary’ Striebeck Amorín.

“Es una caja que la administran ellos mismos, ya sean clubes, la universidad, los jardines de infantes, los colegios privados, no sabría cuántos se sumaron”, reconoció, y señaló que la nueva estrategia disminuye el costo operativo y el tiempo de las personas.

Las infancias beneficiarias serán aquellas cuyas instituciones educativas que lo solicitaron y acompañan a esta población vulnerable y que cuentan con “asistentes sociales y de educación, que conocen el medio donde vive el niño y sabe que lo necesita”, afirmó la referente.

Otro dato que es desconocido todavía es la cantidad de medias que van a entregar, ya que depende de la campaña autogestionada de cada entidad. “No tenemos expectativas de impacto social. O sea, no tengo duda que tiene un impacto, pero sabemos que no vamos a solucionar mucho. Lo que queremos es llegar con un mensaje de prevención, de que el niño tiene que usar medias y tal vez en su vida se ha puesto una”, remarcó.

En esta campaña se enfocaron en la ciudad de Bahía Blanca, porque para ampliar el campo hace falta mayor control y no lograban cumplir con ello. “No queremos porque no podemos controlarlas. Somos de la idea de que las cosas las tiene que recibir el beneficiario, si en el camino se pasan por otras manos, después se pierde. La buena convocatoria que siempre tenemos es por la confianza que se tiene a la institución, no a una persona”, sostuvo Amorín.

Este año, la campaña Piecitos calentitos fue declarada de Interés Municipal por el Concejo Deliberante de Bahía Blanca.

Origen

“Todo comenzó cuando fuimos a una escuela para entregar unas zapatillas a unos niños y los encontramos sin medias”, recordó la presidenta de la Fundación. Allá por inicios del 2000 “hicimos una compra de zapatillas para entregar en un Jardín de Infantes de la ciudad. No sé cuánto tarda la mamá para comprar un par, nosotros compramos para cuarenta chicos, con recursos de la Fundación. Fuimos, un día de frío, y los chiquitos estaban sin medias. Ahí vimos que, primero que nada, un chico tiene que contar con un par de medias”.

Uno de los hitos de la institución fue haber recibido 14 mil pares de medias nuevos, de parte de una fábrica, para que pudieran distribuirlas.

Proyectos

Los tres ejes que trabaja la Fundación hace más de 35 años son: Educación, Salud y Desarrollo Social.

Otros de los proyectos enunciados por Amorín estuvo vinculado en la campaña de prevención del cáncer de mama, en el cual aseguró que estuvo desbordada por los pedidos de colaboración. “Hubo personas que no llegué a conocer y se sumaron a la campaña del gorro rosa”, expresó.

A su vez, gestionan un programa de becas universitarias, “donde el dinero de esa beca llega a la cuenta del chico, no pasa por nadie más”, destacó. Esta acción la desarrollan hace 21 años y consiste en aporte económico y acompañamiento académico, así que ya tienen un gran número de jóvenes que hoy son profesionales: “Algunos ya son ingenieros, médicos, hay dos chicas que en dos años más o menos se reciben. Esto es un regalo a mis 82 años y nos pone feliz a todos”, valoró.

Otra iniciativa histórica, que surgió luego de ganar un concurso hace veinte años, fue el taller de costura, que aún hoy continúa. Además, cuentan con un programa sobre obesidad.

Autor: Redacción Ecodías