El comienzo de esta década fue complejo, a casi tres años de la pandemia por Covid-19, el 2022 se cierra con una gloria futbolística. Y el sabor de los festejos en las calles sigue su replique de manera popular. Por algunos días, la celebración tiene gusto a unión y alegría. Se multiplica y extiende gracias a cada una de las visitas que los jugadores de la Selección Nacional están realizando en sus localidades de origen.

Esperamos en Bahía Blanca, al cierre de estas páginas, el homenaje a Lautaro Martínez, quien compartirá el logro nacional con vecinas y vecinos. De esta manera, se cumplirá en todo el país, lo que el capitán Lionel Messi prometió en el acto de coronación: volver a la Argentina para festejar junto a la gente.

Es destacable las ganas y el entusiasmo en la representación federal de los jugadores provenientes de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, La Pampa, Neuquén y Entre Ríos. Por lo tanto, se espera que durante esta última semana completen sus recorridos, para regresar a los compromisos de los clubes internacionales.

El ingenio del pueblo contagió a más de una persona que se mantenía al margen del fútbol. La fuerza de la celebración cedió paso a más y más audiencia, y extensas “charlas técnicas”, sumado al sufrimiento de los penales para definir quién era campeón mundial. También fue significativo que muchas generaciones pudieron disfrutar de este momento histórico, que se hizo esperar por 36 años.

La experiencia, la trayectoria y la fuerza de un equipo sólido desde la amistad y el trabajo bajo la conducción de Lionel Scaloni estableció que la Selección Nacional ganara la Copa Mundial, jugada en Qatar. Una tercera estrella se estampa en el sentir colectivo, y la constatación de que lo asociativo es el camino complejo, certero y satisfactorio para encontrar respuestas sociales. ¡Que venga un 2023 lleno de deseos!

Autor: Redacción Ecodías