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Un Estado presente y sin titubeos
Categoría: Opinión

La necesidad de estar donde se debe es ya insoslayable. Estar donde se debe no significa ser oficialista. Significa saber los límites, y saber con quien nunca se puede estar, sea quien sea el que reclame. Es decir, no se puede justificar el estar con quienes apuestan a aquello de que el fin justifica los medios. Allí confrontan dos modelos, dos países.
Uno de esos países, es el del “modelo” que expresa su falta de memoria, su conducta partícipe o cómplice con el verdugo de siempre, ese despellejado proyecto que conjuga lo peor. El que propone una foto en cuyo telón de fondo se ve la verdad descarnada de esa imagen. Esa imagen que desde lo profundo de la historia denigra al pueblo como “aluvión zoológico” o señala lo elegido por el voto popular y decide “hay que terminar con la dominación”. Que “contribuye” a la “democracia con dignidad” junto a Cecilia Pando; Blumberg; Barrionuevo, el que iba a dejar de robar por dos años; Fuerza Republicana de Bussi el genocida; Menem, el entregador del patrimonio nacional; “Lilita” Carrió, subiendo por izquierda y derrumbándose por derecha; la “izquierda” del MST, la CCC, el ex senador neoliberal candidato a “prócer” Eduardo Duhalde, Vilma Ripoll, Castells, la Sociedad Rural, CARBAP, CRA, la FAA, todos abrazados y juntos encharcados, visualizando la “nueva argentina” que en su delirio creen ser y cuya “revolución” sienten allí tan cerquita. Si uno no hubiera visto este manejo manipulador en la historia, con distintas formas, si no fuera tan grave y trágico, darían risa. Su cuota de autoritarismo y su colaboración para profundizar el cuanto peor mejor, la han aportado siempre.
El otro país. El otro modelo. Nada brillante hasta ahora. Criticable sin dudas. Con excesos de coincidencias con sectores a los que poco les importó nunca el pueblo. Con rémoras que generan contradicciones excesivas también. Muchas veces con demasiado discurso. Pero también con unos cuantos aciertos. Nunca suficientes, frente a tanta invisibilidad en el ejercicio de muchos derechos. Pero que los “nuevos argentinos” no perdonan. Donde hace falta, después que todo esto pase, accionar en serio sobre el resto de los sectores concentrados de la economía que aún hacen la plancha. Es decir, leyes tributarias progresivas y profundización en serio de la distribución de la riqueza y la equidad del salario. Si no es así, una nueva frustración podría sumar a favor de los que vienen por todo y sus patéticos aliados. Montados en mentiras e inescrupulosidades que ofendieron y ofenden a nuestro pueblo, desde todos los ángulos de nuestra historia nacional.
Somos muchos desde distintas visiones y vertientes democráticas, los que queremos un Estado presente pero en serio y en forma permanente. Este no lo es todavía. Ese que reinstale cada día más férreamente, la política como herramienta confiable para el cambio. Política que aunque sana y transparente, siempre será denigrada por los que no quieren a la política de verdad presente en las decisiones. Ellos no quieren a ese Estado presente, ni a este rengo tampoco. Porque desde la dictadura hasta hoy, el discurso ha sido que la política es lo peor que nos pasó y nos pasa. Siempre que no sean ellos los que manden. No lo quieren para terminar de chuparnos la sangre como vampiros. Mientras reinstalan el Riesgo País como “discusión fundamental”, y nos terminan de quitar lo poco que se ha logrado hasta hoy.
La pregunta es: ¿Es preferible vivir sin memoria, sin dignidad, aceptando la mentira de los verdugos y la de sus fracasados socios sin proyecto? Creo que no. Ninguna lucha puede considerarse digna ni un pueblo acompañarla, asociado con genocidas, fracasados o entregadores de la patria.
Muchos, como quien escribe estas simples, comprometidas, opinables líneas, sabemos en qué lugar estamos. Frente a los que dicen “estamos con el campo“, esos que “nos van a salvar”, que se presentan como “la nueva argentina”. El mismo en el que estuvimos siempre, con errores y contradicciones, como parte de la condición humana. Estaremos con las instituciones de la democracia. Intentando siempre el aporte para que cada día haya una mejor y más auténtica democracia. Junto a ese pueblo que siente desde aquí y ahora lo poquito que mejoró. La verdadera historia. Quien quiera oir que oiga.

Eduardo A. Hidalgo es ex Detenido Desaparecido

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2008-07-20 00:00:00
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