Ante el atentado cometido contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cabe decir que el repudio debiera ser la reacción generalizada. El ataque a una representante y líder en ejercicio de sus funciones constituye también un claro intento de desestabilización política.

El hecho sorprende y no sorprende. El clima social se enrarece cada vez más. Poniendo en contexto la situación mundial, se siente un atisbo de salida de la pandemia por Covid-19 y una torpe entrada a una guerra que afecta a escala mundial. Finalmente, hay que decirlo, la humanidad no está creando condiciones que le permitan recomponerse de una situación que se llevó millones de vidas, por el contrario, apuesta a mayores males.

Cómo dejar un recorrido donde el futuro sea un bien legado para las generaciones jóvenes. Dónde pueden crecer proyectos de vida cuando representantes y gobernantes de todo el mundo eligen como opción la muerte.

Como parte de este panorama, el odio se disfraza de opinión, y esto se reproduce, fundamentalmente, en la TV y las redes sociales. No es cierto que el odio sea disenso ni la expresión del debate o de opiniones opuestas.

La disputa es parte de la diversidad de miradas de una misma realidad. Puede resolverse en una mesa de discusión, en las urnas, en la justicia. Los caminos son muchos. Ninguno debiera conllevar el asesinato de las personas adversarias ni tampoco la incitación a que las soluciones sean del calibre de un delito.

Paz, justicia e instituciones sólidas conforman el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 16. Fortalecer la democracia, garantizar la estabilidad, posibilitar la justicia para todos los sectores sociales, luchar por la ampliación de derechos son metas que desafían nuestro presente.

El rechazo al atentado se hizo sentir en Bahía Blanca. Sindicatos, gremios, movimientos políticos e instituciones se movilizaron en la tarde del viernes 2 de septiembre. La marcha cubrió más de tres cuadras de manifestantes.

A los medios de comunicación social nos cabe una parte sustancial en la formación de la opinión pública, que se traslada a la vida institucional. Estamos llamados a comunicar con responsabilidad, en un contexto delimitado por las leyes, alentados por la crítica constructiva y el respeto por el poder que nos delega la sociedad en su conjunto. Desde la Cooperativa de Trabajo Ecomedios reivindicamos nuestras responsabilidades y nos volvemos a comprometer con ser parte de un tejido social democrático.

Autor: Redacción Ecodías