A pocas horas de los comicios, nuestras primeras impresiones son que el oficialismo kirchnerista perdió.
Y como parte del peronismo de derecha se alió con Macri, se consolida la derecha.
Es cierto, Macri ganó en la Capital, pero también perdió, pues paso del 60% al 31%. Scioli ni apareció, la Carrio perdió. Reutemann ganó en Santa Fe, Cobos en Mendoza. La gran revelación es Pino Solanas, que trepó a un 24% en la ciudad de Buenos Aires. Como en los naipes, ahora hay que barajar y dar de nuevo.
En Bahía Blanca ganó el oficialismo, e hizo una buena elección Woscoff. Como ven, en el tablero político se tumbaron algunas piezas y aparecen otras.

Ahora bien, a la Presidenta aún le quedan dos años y medio de su mandato, y a partir de diciembre con una Cámara de Diputados en la que perdió la mayoría. Frente a este cuadro, viene un reagrupamiento de fuerzas.
Más allá de los resultados, porcentajes y composición de ámbitos legislativos, nos cabe otra reflexión. El 28 de junio el casi 40% de abstención, supera en la Provincia al 34% de De Narváez y al 32% de Kirchner. Y nos preguntamos: si el voto no fuera obligatorio, ¿cuál sería la abstención? ¿Se puede o no pensar como un repudio a los partidos políticos?
Ese mismo día se votaban internas en Uruguay. No era obligatorio el voto, y el ausentismo llegó al 70%, es decir, sólo voto el 30%.
Quizás sea momento de comenzar a hacer un análisis retrospectivo de nuestra zona. Las intendencias deberían mirar más hacia el interior, hacia una integración regional.
Por caso, la partidocracia en nuestra región debería ser superada. La partidocracia divide, la integración une.
La suma de las economías de cada partido de esta región económica unidas, conforman un organismo que en la medida que se consolide, pesará por propia gravitación en las decisiones políticas, económicas y sociales.
En forma individual, atados a la partidocracia, las autoridades están impedidas de ver opciones y alternativas que con la unidad de esta región económica, arrojaría más beneficios que los que percibe cada partido por sí solo, si es que los percibe.
El concepto de región económica tiende a una acción colectiva. La partidocracia y cada uno por su lado, da como resultado el suicidio colectivo.