Dramática
expresión vertida por Francisco I.
Festejamos el 9 de Julio los 200 años de nuestra independencia que, según los
historiadores, no fue tal.
En el Congreso de Tucumán predominaba el concepto de poner al país bajo la
tutela de algún rey de Europa, y fue Belgrano quien sugirió lo de un inca
americano pues -según él- el 80 por ciento de la población americana era
indígena.
Mientras algunos congresistas de Tucumán le escribían al director supremo
Pueyrredón que por el bien del país había que dividir a la Provincia de Buenos
Aires, Simón Bolívar también le escribía que, por el bien de América, no
disolviera el Virreinato del Río de la Plata.
En la antigua Rusia el zar Pedro el Grande luchaba por la unificación de todas
las Rusias.
La Revolución de Mayo de 1810 no fue precisamente una revolución: fue un
reemplazo por el vacío creado por la invasión de Napoleón Bonaparte que
lideraba el imperio de Francia, e invadió España.
Tomaron el poder político otros personajes, pero no se modificó la estructura
económica montada por España.
Ya para entonces Inglaterra habla de que aquello de “Divide y reinarás” estaba
presente y terminó apropiándose como colonia de la Argentina, dominio que
ejerció por 100 años.
La hermanita perdida (Don Ata), las Islas Malvinas, no modificó, agravó la
colonización inglesa en todo el sur argentino (la Patagonia), pues Chubut y
Santa Cruz pasaron a manos inglesas, a extremos de que el imperio británico
advertía al gobierno argentino que si un súbdito inglés fuese atacado,
responderían con las naves de guerra que tenían en las Malvinas.
Hoy el dominio de un país no se realiza solamente a través de la guerra, se lo
conquista económicamente. Los mismos empresarios que ayer se beneficiaron con
el gobierno anterior, son los nuevos amos del país.
De cinco grandes supermercados que tenemos en el país, cuatro son extranjeros y
son los que provocan inflación y la suba de los precios, incluyendo el
tarifazo.
El pueblo somos solamente consumidores, y esos mismos empresarios son los que
importan salsa de tomates de Italia, choclos y una importante cantidad de
alimentos de China.
Son los que destruyeron el campo y dominaron durante cien años el mercado de
cereales del país, son los Bunge, Nidera, o Dreyfus, empresa a la que vino a
homenajear a Bahía Blanca el presidente Macri y la gobernadora Vidal, a
inaugurar la planta que instalaron en el Puerto de Ingeniero White.
Bahía Blanca ha sido y es actualmente una colonia.
El 80 por ciento de la producción nacional de alimentos está en manos de cinco
supermercados del país.
Las empresas no tienen ni sentimientos ni patria, y Macri es parte de este
sistema, por eso la denuncia del Papa Francisco “No vendan al país” es real.