Lo veo como un paso en el proceso de la
evolución del hombre como “ser humano”.
No es azar ni capricho de la naturaleza humana.
Se dice que uno nunca se baña dos veces en las aguas del mismo río.
El agua de tu primer baño está a kilómetros de distancia.
La economía del mundo y la humanidad (entiéndase los pueblos) exigen, reclaman
con justicia cambios. Que el sistema actual ya no esta en condiciones de satisfacer.
El 25 de febrero escuché al papa Francisco. Pedía, imploraba ayuda humanitaria
para el pueblo del Sudán, de África.
¿Hay algún país en el mundo donde las desigualdades sociales demuestran que
estamos como mundo humano muy lejos de lo que deberíamos estar si fuésemos
realmente “seres humanos”?
Si esos cambios que reclama la humanidad, que vive bajo una dictadura
capitalista no se cumplen, ¿qué nos ofrecen esas oposiciones que tenemos que no
es mas que la defensa de lo viejo y no aciertan los cambios que se deberían
producir si es que queremos vivir dentro de un contexto humano, son mas de lo
mismo.
Alfredo Varela escribió “Las aguas bajan turbias”, Hugo del Carril la filmó.
Las turbulencias del mundo nos hacen ver todo turbio, no es así.
La humanidad está desbordando al sistema que la tiene dominada.
En octubre iremos a elecciones, nada de lo que acontece me hace ver cambios
significativos, es posible que con el tiempo se produzcan cambios.
En cómo darle lugar al olvidado pueblo y que este participe, quien gane en las
próximas elecciones tampoco serán lo mismo.
Si toma conciencia de los cambios que se están operando en el mundo, y si lo
único que cambiamos es el envoltorio pero no cambiamos por dentro, poco hemos
aprendido de economía y política.
José Ingenieros, allá por el año 1918 escribió “Evolución de las ideas
argentinas”, de eso se trata.
Hoy la cuestión no pasa por el “errare humanum est”.
La ciencia, la tecnología, el sentido social y humano debe prevalecer, al mundo
no se lo puede dirigir y administrar como si fuera una ruleta.
Por caminos equivocados nos han mercantilizado el cuerpo, el alma y el
espíritu.
Del reencuentro del hombre consigo mismo sabremos lo que nos deparara el
mañana.
Como pienso y reflexiono digo: eso requiere conciencia e ideología, lo que
equivale a decir saber comprender a Keynes (ideólogo del capitalismo) a Marx
(filósofo materialista del comunismo) y saber evaluar, la conciencia
(aletargada y anestesiada) del hombre actual.
Para saber sacar conclusiones que estén a la altura no del mundo que tenemos
sino del mundo que queremos ser.