Es incomprensible que un avión salga a volar con
muy poco combustible.
Medellín nos trae malos recuerdos, chocaron al intentar tomar vuelo dos aviones
en ese aeropuerto, en uno viajaba Gardel y murió.
El mundo actual está volando sin combustible y debemos reconocer que no sabemos
donde aterrizará.
Los mandos del control lo han perdido.
Como humanidad en vuelo, no sabemos cómo y dónde aterrizaremos.
Estoy solo en mi estación orbital viendo lo que pasa, nunca la humanidad
atravesó un periodo tan largo y en medio de tanta incertidumbre y en tan malas
condiciones, existe un 50/60 por ciento de la población mundial que vive mal, y
sin soluciones a la vista. Sabiendo que sobran alimentos y vida digna, pero que
la minoría -que mas riquezas posee- se opone a que eso ocurra.
Las soluciones que demanda el hoy, se parecen al pendular de un reloj de pared,
cuando lo que a futuro necesita el mundo es un reloj (vertical) de arena.
Lo malo va en ascenso, y podemos afirmar que eso dura por lo menos 200 años, el
ascenso hacia lo bueno podrá venir pronto pues continuar viajando por el
espacio sin rumbo “no es posible”.
Durante estos últimos 15/20 años se produjeron en nuestra casa (América del
Sur), movimientos sociales que impulsaron cambios y lograron que algunos países
introdujeran modificaciones en beneficio del pueblo (dentro de una realidad) de
tiempo y que modificaron las estructuras económicas, sociales, políticas que
permitieron avances de los que se beneficiaron los pueblos.
De un tango clásico: “Y en mi caída / busqué dejarte a un lao”
No lo pudieron hacer, me refiero concretamente a Brasil, Argentina, Venezuela,
Ecuador, Bolivia, Uruguay.
Su ciclo y el retorno pendular puso a la derecha en el poder.
Desconozco si ese proceso es similar en otras partes del planeta, tampoco el
pendular de la derecha puede lograr sus objetivos.
“Vamos a volver”, dijo Lula.
Creo que lo mismo sucederá en la Argentina y en América.
La caída es tan brusca que no da tiempo a pensar, todos los días suceden
acontecimientos que te obligan a modificar tu pensamiento.
De una vieja canción: ““Hoy te quiero más que ayer / Pero menos que mañana”.
Retomaremos la senda del progreso, estoy seguro que sí.
Los cambios sobrevendrán a un costo muy caro para los pueblos.
Estoy curtido de males, y bandeado de apremios (tango) y el pagaré que le tengo
firmado a la parca (la muerte), aun no le pusieron fecha de vencimiento, y eso
que estoy tocando los 91.
Como lo hizo Luciano de Samosata, también yo dialogo con los muertos.
Fidel se acaba de ir y tenía mucho que preguntarle, tengo preguntas que hacerle
a Marx, un rosario de preguntas a Lenin, otro a Mao.
¿Cómo pensarían ellos hoy?
Quienes queremos cambiar la historia necesitamos una nueva versión del mundo
actual, por ahora no la tenemos.
Todo indica que vamos hacia un nuevo mundo.
“Yo no le canto a la luna / Porque alumbra y nada más / Le canto porque ella
sabe / De mi largo caminar” (Don Ata).
Para el mundo que viene, no estamos siquiera en el jardín de infantes, tenemos
mucho que aprender del pasado para no cometer errores.
Sé que cuesta discernir, descifrar este jeroglífico mundial,
“La vida es una milonga / Y hay que saberla bailar”