Ya la estamos viviendo y la estamos pagando, nosotros mismos, lo digo en mis
reflexiones.
Las guerras -aun las de la Antigüedad- tenían el objetivo de “conquistar” otros
países y esclavizar a sus pueblos, para que ellos pudieran vivir.
Hoy el mundo está dividido entre países ricos y países pobres.
Las desigualdades sociales afectan tanto a países ricos, y ni qué decir de los países
pobres.
Si de 6.500/7.000 millones que poblamos la tierra, hay mil que viven y 6 mil
que padecen pobreza y hambre, la democracia y la igualdad como derechos humanos
no existen.
La mentalidad de los gobiernos que tuvo Estados Unidos, donde la concentración
del poder es tan grande que solo los millonarios pueden acceder como
presidentes, los ha llevado a pensar que son los dueños del mundo.
¿Qué tiene esto de verdad? ¿Qué hay de cierto?
Estados Unidos es un gran país, su enorme poder los lleva a pensar: “Debido a
nuestra posición como territorio ningún país del mundo se atrevería a
invadirnos, en una guerra no nos pueden atacar ni por tierra ni por mar, ni por
el aire, somos invulnerables, las guerras en las que intervenimos no tienen replica.
Destruimos Irak, Libia, Afganistán, Siria y cuanto país queramos, y nada nos
pueden hacer”.
Las dos últimas guerras mundiales tuvieron como escenario Europa.
Estados Unidos perdió unos 200/300 mil soldados. La URSS perdió 27 millones.
Si sumamos las fuerzas militares de Vietnam, Corea del Norte, Rusia, y China
podrían acercarse a unas 100 Divisiones que podrían invadir a toda Europa,
¿Podrían los ejércitos de la OTAN enfrentar a esas 100 Divisiones? No lo creo.
Corea del Norte, ante las maniobras militares que hacen frente a sus costas los
Estados Unidos y Corea del Sur de manera conjunta, les advirtió -lanzaron la
primera bomba de hidrógeno- que la represalia podría llegar hasta Estados
Unidos.
Acaso esto que digo, ¿no lo habrán estudiado una y mil veces estados mayores de
los países que nombré?
Y si lo que hicieron los norteamericanos, entran, tiran bombas atómicas sobre
Nagasaky e Hiroshima, hoy con los adelantos misilísticos, podrían desaparecer
Nueva York, Chicago, o cualquier otro estado de Estados Unidos.
Solo queda un camino. A ambas partes. Si me tira una bomba atómica, yo haré lo
mismo.
John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, está convencido que su país
tiene que dominar al mundo, que en Siria su presidente debe dimitir y lo
seguirán bombardeando hasta lograrlo.
Los rusos llevaron a Siria su sistema de defensa antimisiles, antiaviones, y
que pueden detectar cualquier objeto que vuele.
Sólo falta saber si lograron fabricar un misil que llegue a Estados Unidos.
Si lo tienen -y es probable-, Estados Unidos dejará de ser invulnerable.
Sus ciudades están expuestas a que millones de norteamericanos mueran (la
guerra la pagan los pueblos…), por muy eficaz que sean las defensas de Estados
Unidos, algún misil con ojivas nucleares se filtrará.
Además, es posible lanzar 100 misiles a distintas ciudades y de distintos
lugares.
No podrán impedir que les suceda lo que ellos hicieron en Japón.
La flota inglesa hace maniobras en las Malvinas dos veces por año y utiliza
misiles de corto alcance. ¿Cuál es la diferencia para un habitante de Comodoro
Rivadavia, Río Gallegos o Tierra del Fuego o cualquier ciudad del sur, si morir
por un misil de largo o corto alcance?
Estados Unidos no cederá en sus proyectos bélicos y es difícil que se sienten a
dialogar en serio, solo cuando le tiren uno o dos misiles y desaparezcan
ciudades y millones de personas, recién entonces se sentarán a dialogar.
Tampoco lo se
Será demasiado tarde.
Quizás no sea el fin de la humanidad, lo que sé es que quienes logren salvarse
ya no serán “seres humanos”.