La Madre Tierra como toda madre es generosa y nos da de comer a unos 7.500 millones de
animales de la raza humana y otros millones de animales.
Cálculos estadísticos adelantan que la población humana podría alcanzar en el
año 2050 los 9.000 millones de seres.
Si el mundo actual es un desastre, con 800 millones de personas en extrema
pobreza y otros 3 a 4 mil millones que vivimos por debajo del índice de la
pobreza, si el mundo no cambia, ¿cómo vivirán dentro de 35 años?
¿Qué son 35 años para la historia del mundo?
Los dinosaurios desaparecieron de la tierra, ¿Por qué?
Un elefante se calcula que come 100 kilos de pasto-hojas, ¿cuánto comería un
dinosaurio que desde la cabeza a la cola tendrán unos 40 metros, pesarían entre
30/40 mil kilos y una altura de 7 a 10 metros?
En la China que hoy conocemos como República Popular y primer economía del
mundo con 1.360 millones de personas, en un momento de su tiempo histórico
decretó o promulgó una ley por la que se prohibía a los matrimonios tener más
de un hijo; y eso debió ocurrir a mediados del siglo pasado.
Nací en un pueblo pequeño, su población no pasaba de 3 mil a 3.500 habitantes,
se componía en forma gradual de italianos, españoles, judíos, alemanes del
Volga, rusos, ucranianos, polacos.
Todos nos conocíamos, Giuseppe el italiano se casó con Josefa hija de
españoles, el primer médico -hijo del pueblo- atendía en su consultorio, y como
no había hospital, visitaba a los enfermos en su casa.
Doña Josefa tocó el llamador, entró al consultorio y esperó a que el doctor la
atendiera, cuando la vio, la saludó y le dijo: “Espero que no estés embarazada,
ya vas por el séptimo parto que te atiendo”.
En aquellos años -entre 1925 y 1930-, el médico se tenía que valer para sus
diagnósticos sin análisis, sin ecografías, todo a ojo de buen cubero.
Revisó a doña Josefa, le preguntó por su última menstruación y dictaminó:
“Estás embarazada, ya tenes 7 hijos y ahora vendrá otro, estamos en época de
crisis, la gente no tiene para comer…”. Doña Josefa lo miraba y escuchaba;
cuando terminó de hablar el doctor, ella simplemente le dijo: “Debajo de las
sabanas no hay crisis…”.
Ser ilustrado no significa ser culto, y no es necesario conocer y estudiar
economía. Se sabía que un empleado o trabajador en el pueblo ganaba 30 pesos
por mes, en el campo se le pagaba 20 pesos por mes, pues se le descontaba 10
por techo y comida. Con un peso por día comía una familia de 4 personas (padre,
madre y dos hijos), podían vivir (se compraba carne, pan, fideos, verdura), la
fruta era un lujo.
El lechero, el carnicero, el panadero, el verdulero visitaban todos los días a
los clientes, mi abuelita administraba con mano de hierro las pocas finanzas de
las que tenían que vivir los abuelos y 6 hijos.
Mi padre, viéndola comprar al verdulero, muchachón todavía, se le acerca y le
dice: “Madre, ¿por qué no compra fruta?”, a lo que le replica mi abuela: “Se
puede vivir sin fruta”.
La FAO, que se encarga de medir lo que comemos, nada dice del crecimiento de la
población mundial, la FAO no habla de eso porque es feo.
El capitalismo como sistema social es anti-humano, el mundo reclama otro
sistema, más social y más humano.
Los sectores ricos concentran el poder económico y financiero y ejercen una
dictadura sobre la mayoría del pueblo, de ahí deviene lo que llamamos derecha e
izquierda.
Sigmund Freud llegó a decir: “No veo nada en la creación que me haga ver la
felicidad del hombre”.
La cuestión radica en satisfacer las necesidades de los pueblos -léase
humanidad- o extinción de la tierra y vida en el planeta.
De acuerdo a lo que elijamos, así nos irá.