Nace un nuevo mundo y su vida peligra.
Los pueblos lo defienden y arrullan “porque en esa cuna está su esperanza” (del
tango Silencio).
Se nos quiere arrastrar a una guerra mundial, para impedir el parto de un nuevo
hombre, de esa criatura llamada “ser humano” que aún no conoce su verdadera
dimensión humana. Por caso, se destruyó y exterminó al pueblo de Irak,
asesinaron a su presidente y aun sabiendo quién fue el culpable no se lo
condenó; eso sí, le concedieron el Premio Nobel de la Paz.
Lo volvieron a hacer con Libia, quizá el país más adelantado socialmente de
África. Asesinaron a su Presidente.
El mismo asesino, los gobiernos callaron.
Ahora, el asesino de Irak y de Libia está en Afganistán.
Los gobiernos capitalistas callan, están destruyendo Siria y Ucrania, todos
sabemos quién es el principal responsable.
Los gobiernos lo saben, eluden decirlo y participan de ese genocidio.
Se secuestró a 200 niñas en África. Se tapó todo, de eso ya no se habla,
secuestraron 43 estudiantes en México, aparecieron 28 cadáveres calcinados, los
gobiernos no dicen nada.
Colocaron coches bomba en Siria, en una escuela matando 56 niños, los gobiernos
ni se inmutan.
Pensar que esos asesinos rigen los destinos del mundo…
Vuelvo a preguntar, ¿está en peligro el mundo? ¿Hay que cambiarlo?
Si no se salva a la criatura que está naciendo, de un nuevo mundo, ¿qué
esperamos?
En estos primeros días de octubre, al mediodía veo el noticiero y esto sucedió
en nuestra ciudad: En una escuela primaria en Almafuerte al 900 un grupo de
niños agrede a un niño menor, lo golpean, le rompen un brazo. ¿A quién culpar?
¿A los niños? ¿A sus maestros? Y así nos pasamos imputando culpas hasta llegar
a las más altas autoridades nacionales… ¿No está toda la sociedad inmersa en
culpabilidad? Su grado de descomposición va en aumento.
Los asesinatos en escuelas de Estados Unidos son tan frecuentes que han dejado
de ser hechos casuales para convertirse en epidemias de una sociedad enferma.
Las medidas que se quieren aplicar no servirán para nada ni cambiando el
sistema educativo.
Lo que debe cambiarse es el sistema en el que vivimos, y preguntarnos si la
sociedad y su estructura debe cambiarse para ahorrar tiempo y esfuerzo mental
para erradicar la violencia.
Piensen si el sistema capitalista mundial que es el culpable de todos los
males, lo continuamos utilizando y seguimos votando gobernantes que son parte
del sistema y por lo tanto los males se agravarán.
O pensamos en algo nuevo, el sistema capitalista pudrió al hombre, cambiémoslo.