Vi
jóvenes participar en el gobierno de Macri. Pienso que si se incorporaron es
porque no encontraron respuesta a sus inquietudes, en el último tramo del
gobierno anterior.
Exponen con conocimiento de causa sus opiniones y se los ve convencidos de lo
que hacen.
Me pregunto: ¿Por qué eligieron el camino del neoliberalismo?
Me gustaría preguntarles, rastrear los motivos que los llevaron a tomar un
camino que demostró ser ineficaz.
Es posible que pertenezcan a sectores de la clase media, adicta a la condición
burguesa capitalista, ¿qué intereses los guían?
Francisco, cardenal de origen argentino y actual Pontífice de la Iglesia Católica,
al preguntársele su opinión sobre nuestro país, dijo en su respuesta algo que
me llamé la atención: “Veo sangre”.
Y en la entrevista con Hebe de Bonafini deslizó lo siguiente: Veo el 1955 (la
dictadura cívico militar). ¿Está equivocado el Papa?
El ex intendente Macri y actual presidente, tuvo 8 años como intendente de la
capital, y no lo vi acompañar al gobierno anterior en proyectos importantes
para el país que trascienden los periodos políticos de un presidente.
Los 27 personajes cuya lista publico Página/12 no son precisamente impulsores
del desarrollo del país, la mayoría trabajaron para empresas extranjeras, el
Deusch Bank y el City Bank.
Y ahora los tarifazos, devaluaciones, blanqueo de capitales, desocupación por
despidos, afectan cada vez más al conjunto del pueblo. En definitiva, el hilo
se corta por lo más delgado.
No creo que los planes de Macri se puedan implantar, como tampoco creo que el
peronismo de derecha recupere el poder.
Los partidos radicales (QEPD), los socialistas al estilo Bachelet o Zapatero no
convencen.
Será preciso crear algo nuevo en política, la marea humana del pueblo -en las
calles y movilizada- barrerá con todo, tampoco son confiables senadores,
diputados, gobernadores e intendentes.
Fuimos a un paro nacional con las CGT divididas y creo que la barredora pasará
también por sindicatos y gremios.
Soy consciente, eso que vendrá, aún es utopía. Lo que sé que es inevitable que
suceda.
El crupier de la ruleta argentina está diciendo: “No va más”.