Dicen que
Balzac escribía hasta 15 horas por día.
León Tolstoi escribió La guerra y la Paz, un clásico de la literatura rusa.
¿Cuánto tiempo le llevo escribirla? No lo sé, tengo la versión original de la
película del director y actor Serguei Bondarchuc, dura más de 5 horas.
Aprendí que entre la teoría y la práctica distan -como le gustaba decir a
Borges- lunas de distancia, y que las mejores intenciones por aquello de que
“errar es humano” se perdieron (caso URSS) y nos dejaron sin rumbo ni
esperanzas.
Las revoluciones del mundo no son causadas por la naturaleza, son estallidos
sociales, ante las desigualdades, la explotación del hombre por el hombre.
El capitalismo nace junto con la economía, lo que producimos lo hacemos como
función social del hombre, pero ¿quiénes se apropian de lo que producimos? Nos
robaron la libertad y nos esclavizaron.
Hoy es igual, sólo que se hace disfrazando la esclavitud con términos
democráticos.
La última revolución armada fue la de Cuba. Fidel vive y cumplió 90 años el 13
de agosto, yo los cumplí en febrero (le llevo 6 meses).
Pese a estar a 90 millas de Estados Unidos, a la Revolución Cubana bloqueada
por mas de 50 años, no la pudieron vencer.
La influencia de Cuba en nuestra America indígena, Negro Africana, Mestiza, ha sido
el faro que guió a otros patriotas y líderes de los pueblos a seguir sus pasos.
Tuvimos un periodo de auge libertador, una prolongación de lo que quisieron
hacer Simon Bolívar y José de San Martín.
Se crearon países con gobiernos que consideraban al hombre como pueblo y como
factor humano, por encima de todo concepto capitalista.
Me pregunto: ¿Se puede mantener en el poder una democracia progresista apoyada
en elecciones que los llevaron al poder?
Esto ocurrió.
¿Por qué desde hace una década o más, ninguna de ellas ha llegado a
consolidarse? Brasil, Argentina, Venezuela, Paraguay, Honduras, Guatemala,
Ecuador, entre otros.
La derecha ha ganado terreno y se corre el peligro de perderla, se puede ganar
el poder político con elecciones, pero si al mismo tiempo no se gana el poder
económico, que es más fuerte y poderoso y cuenta con muchas alianzas en el
mundo, por más progresistas que sean las democracias fracasan.
Si se teme poner la economía al servicio del país por temor a tocar intereses
empresarios, hijos dilectos del capitalismo, esa debilidad la tenemos en todo
el mundo, creado a imagen y semejanza del capitalismo, que degeneró en salvaje,
tal como la calificó Juan Pablo II.
De 210 países que conforma nuestro planeta, más de 200 tienen gobiernos que
representan a un sector de la sociedad, es la burguesía capitalista que ejerce
su poder o dictadura a sus propios pueblos.
Tomar el poder económico nacionalizando las empresas que se han apoderado del
poder político y económico, caso Brasil, Paraguay, Argentina, Venezuela, son o
fueron democracias agónicas.
Nacionalizar no es un concepto revolucionario al estilo marxista, forma parte
del entramado burgués.
Es capitalismo de estado, a lunas de distancia del socialismo.
El concepto de democracia burguesa se contrapone con el de democracia popular,
la primera responde al capitalismo, la segunda a que el país es capitalismo de
estado y dueño de todos los bienes y producción que realiza.
No es lo mismo un presidente burgués que un presidente popular, y así siguiendo
con los gobernadores, ministros, senadores, diputados, intendentes.
No es lo mismo una empresa que responda a intereses burgués-capitalista que una
empresa que responda a los intereses del pueblo y la Nación.
No confundamos democracia burguesa con democracia popular, si bien serán los
pueblos quienes tendrán que decidir, éstos están muy lejos de poseer madurez
política y social.
Esa falta de conciencia los hace erráticos en su proceder.
Un obrero que votó por Macri es inconcebible, y sin embargo, ocurrió.
Quienes nos empujan a creer que no hay alternativa les están mintiendo.
La República Popular China nace en 1948, su dirección la ejerce el Partido
Comunista chino (marxista leninista), aunque se decide por una República
Popular y las empresas en China son idénticas y mejores que en los países
capitalistas, eso sí, están al servicio de su país.
La economía es una ciencia y, por lo tanto, es preciso distinguir donde está la
verdad, bajo el imperio capitalista burgués o bajo una democracia popular.
Concluyo con lo que empecé: o vamos hacia la guerra y la destrucción de la
naturaleza y la vida, o vamos hacia la Paz y un futuro con esperanzas para bien
de la humanidad.