La
dimensión humana no tiene límites, sus limitaciones son circunstanciales.
Toda civilización atraviesa eras, épocas o ciclos; nace, crece, se desarrolla y
muere. ¿Por qué no es eterna?
El manifiesto de Marx en el campo de la filosofía (la ciencia que busca la
verdad), es el saber de lo finito en la interpretación del mundo en que vive su
“Historia de la filosofía”. Y de lo infinito cuando plantea cambiar la
historia.
El pensamiento humano acompañó el proceso evolutivo de la humanidad, “no lo
cambió”.
La civilización actual está signada por un sistema económico, social y político
enmarcado dentro de un contexto capitalista, donde todo se rige por la
producción convertida en mercancía y ésta en poder.
El naturalismo, el humanismo quedó sepultado.
El sistema anuló al hombre, el capitalismo da abundantes muestras de
agotamiento.
Basado en su explotación y el saqueo de los recursos naturales, el hombre como
especie humana desaparece bajo las condiciones que le fue fijando el sistema,
si éste se derrumba también caerán todos sus mecanismos e instituciones y el
engranaje montado durante 200 años.
Las revoluciones o movimientos sociales, incluyendo los religiosos, fueron
manifestaciones productos de volcanes sociales que estallaron en distintos
lugares: la revolución francesa, la revolución rusa, la revolución china, las
guerras de conquista.
Han destruido en estos últimos años países y pueblos: Irán, Libia, Afganistán,
Siria, Ucrania, Grecia, España, Portugal, Corea-Vietnam.
El terremoto social se extendió y continúa en Cuba, Nicaragua, Venezuela,
Ecuador, Bolivia.
Y su última expresión la tenemos en los “indignados del mundo”. ¿Se puede
parar? ¡Imposible!
La historia inicia un nuevo periodo en el que la humanidad por primera vez,
será la protagonista y decidirá su propio destino.
Tendrá como objetivo erradicar de raíz la pobreza, y pasará gradualmente a
darle sentido a la vida; poniendo a su disposición y, con sentido social todo
lo creado hasta ahora.
El cambio de la producción mundial hacia nuevas formas de vida implica la
gestación de un nuevo hombre/mujer.
Quienes no quieren que esa historia cambie, son fuertes, han acumulado poder en
todos los órdenes de la vida, pero no son invencibles.