De la
Galera de Mora a los trenes chinos. ¿De cuál estamos más cerca?
Salía de Buenos Aires… hasta Bahía Blanca. De ahí a Médanos y luego el su
recorrido hasta Patagones, con una docena de paradas intermedias. El costo del
pasaje hasta Patagones era de 40 pesos de aquella época (mediados del siglo
XX).
En el tercer grado de la primaria aprendí que la República Argentina estaba
dividida en 14 provincias y 10 gobernaciones.
En la realidad los límites estaban en la Avenida General Paz.
En la Expedición a los Indios Ranqueles se habla de dos países, el indígena y
Buenos Aires.
La economía del país vista a través de los ojos ingleses, era una “integración”
del país sólo en forma transversal, acercando productos: vía Rosario al Paraná
cereales, ganadería, minería, y otras materias primas hacia el Puerto de
Rosario vía Londres. Como un todo integral no existía la integración argentina.
Nunca tuvimos un ferrocarril de Salta a Río Gallegos, como en Estados Unidos se
desarrolló el norte contra el sur esclavista.
Partiendo de Bahía Blanca hacia abajo, sólo enormes distancias.
Rosario creció, Bahía Blanca sigue siendo colonia.
Rosario tiene el Paraná, aquí tenemos el Atlántico, allí un calado a 30 pies,
aquí de 45 a 50 pies con 4 puertos que pueden convertirse en puertos de aguas
profundas (calado mínimo natural 60 pies en algunos sectores).
Allí ferrocarriles de trocha angosta, aquí 4 ferrocarriles de trocha ancha.
Avanzamos hacia otra discriminación, Provincias petroleras y el resto.
La Argentina sigue siendo un cuerpo mal terminado con una cabeza gigante y un
cuerpo raquítico.
No achiquemos la cabeza, hagamos crecer el interior.