“La incursión y el
bombardeo de Gaza no son para destruir a Hamas. No se trata de detener el
lanzamiento de cohetes hacia Israel, ni se trata de alcanzar la paz. La
decisión de Israel de hacer llover muerte y destrucción sobre Gaza, de utilizar
armas letales de combate moderno contra una población civil indefensa, es la
fase final de una campaña de décadas para limpiar étnicamente a los palestinos.
Israel utiliza
sofisticados aviones de ataque y buques de guerra para bombardear campamentos
de refugiados densamente poblados, escuelas, edificios de apartamentos,
mezquitas y barrios pobres, para atacar a una población que no tiene fuerza
aérea, ni defensa aérea, ni marina, ni armas pesadas, ni unidades de
artillería, ni blindaje mecanizado, ni comando en control, ni ejército… y a eso
lo llama guerra. No es una guerra, es un asesinato.
Cuando los israelíes en los territorios
ocupados ahora afirman que tienen que defenderse, se están defendiendo en el
sentido en que cualquier ocupación militar tiene que defenderse de la población
a la que está aplastando. Nadie puede defenderse cuando está ocupando
militarmente una tierra ajena. Eso no es defensa. Llámenlo como quieran, pero
defensa no es” (Noam Chomsky)

Adankaij far aiere
verter javer Noam Chomsky

Decidí (hace años) que por
cariño y respeto a la comunidad en que nací, mi primera exposición la haría en
Médanos, concurriendo desde Bahía Blanca la Federación de
Colectividades Extranjeras (15 colectividades).
Bajaron en la Sinagoga, entraron, fueron recibidos por los pocos judíos
que quedaban. Fue un encuentro muy emotivo. Los sirios se confundían en un
abrazo con los judíos.
En Bahía Blanca doné a la comunidad más de 300 libros en idioma Yiddish, y
guardo en mi biblioteca otros 100. La historia de las comunidades de Médanos y
Algarrobo y la de Bahía Blanca, de mi obra en dibujo y pintura “Arquitectura
religiosa del mundo (calculo unas 1800 obras). Unas 200 corresponden a
sinagogas del mundo y de mi propia cosecha (al estilo de Chagall).
Las ofrecí aquí y en Buenos Aires, pero no obtuve respuesta. Guardo bellos recuerdos
de las comunidades judías, las conocí a todas. Entre mi trabajo y mi
militancia, siempre dejé un espacio para visitarlas.
Un empresario principiante me contrató para que fuera a Allen, Cipolletti y
Roca (frutas). Coincidió que, estando en Roca, se celebrara el año nuevo judío.

Un judío sefardí, dueño de una tienda importante, fabricaba ropa para
frigoríficos. Me llevaron para verla, al presentarme descubrió por mi apellido
mi origen, expliqué los motivos de mi visita, tratamos negocios y, al retirarme,
me invita a celebrar el año nuevo, era el patriarca de la comunidad. Acepté, la
celebración se hace en un salón de la comunidad mediante una cena.
Al llegar, les digo a los anfitriones que atendían que venía invitado por el
señor Celaya y me conducen a su mesa donde estaba con su señora esposa. Noté
algo curioso, cada familia que ingresaba, antes de ir al lugar que le
correspondía, venía a saludarlo, rezaron previo a la cena.
La liturgia judía fue en sefardí (antiguo idioma castellano). Los platos que
sirvieron pertenecían a la cocina judía, ruso-europea. Comí “guefilte fish” al
estilo “Litvik” (lituano).
Promediando la cena le comento que muchos años atrás llegó de Roca a Médanos
una delegación, visitaron a mi abuelo, judío sabio y consejero espiritual en mi
pueblo de la comunidad judía. Y mi abuelo les donó un juego de libros sagrados
(en rollos) traídos de Rusia, Ucrania, Polonia. Estos se guardan en el “Orn
Koidesh” (tabernáculo) de la sinagoga.
La respuesta fue: “Allí están guardados”.
Celebré el advenimiento del Estado de Israel (1948). Ben Gurion, Golda Meier y
Simon Peres me eran conocidos, se creaba un nuevo estado Jalutziano, Kibutziano
y cooperativo. La Histadruth (CGT Obrera) participaba en las decisiones
del gobierno.
Si quedan unos 15 millones de judíos es mucho. Hitler y otros asesinaron unos 6
millones. Calculo que en la Argentina, que contaba con una comunidad
cercana a las 400 mil personas en años anteriores a 1948, el 80 por ciento se
consideraba progresista, no era sionista.
De un gobierno y país progresista se pasó gradualmente a un gobierno de extrema
derecha, fascista y de un fundamentalismo ortodoxo religioso propio de la
Inquisición católica.
Obama, presidente de Estados Unidos, bajo fuerte presión e influencia judía,
acaba de brindar su apoyo a Israel en la escalada militar contra la
Franja de Gaza y extensivo a Jordania, Cisjordania, Líbano y Siria.
La maquinaria bélica equipada desde EEUU y armas atómicas representan un
peligro para la humanidad. En EEUU viven tantos judíos como los que viven en
Israel (en la diáspora si contamos con 3 millones es mucho). Por esa razón, no
tiene influencia en la política israelí.
Ajad Ham (uno del pueblo) fue un gran pensador judío. Escribió “El camino del
retorno”. ¿El pueblo de Israel acepta y participa de la posición fascista de su
gobierno? ¿Creen que van a poder dominar a más de 400 millones de árabes
musulmanes y persas?
Pinté el primer templo de Jerusalén del que solo quedó el Muro de los Lamentos.
Tengo esperanzas que el pueblo judío de Israel reaccione antes de que sea
tarde, no quisiera volver a ver otro “Jorbn” (Tragedia y destrucción del pueblo
judío).
David Ben Gurion y Golda Meier fallecieron, vive aún Simon Peres que el día 2
de Agosto cumplirá 91 años, y a quien se le otorgó el Premio Nobel de La
Paz (siendo él como Obama, genocidas).
Según Walter Martínez (Telesur), este señor brindó apoyo al Apartheid
sudafricano ofreciéndoles armas químicas, bacteriológicas y atómicas para
impedir la liberación del pueblo sudafricano (Mandela).

Nota final. Envío al señor Chomsky una carta del Instituto Científico
Mundial Judío, cuya presidencia honoraria la compartían, entre otros, Albert
Einstein y Sigmund Freud (que nunca fueron sionistas); dicha carta procede de
Viena, está escrita en idioma Yidddish y data de la época en que Hitler
asume la Cancillería de Alemania, es decir, la lucha contra el Nací
Fascismo.