Me envían desde La Rioja una nota que salió
publicada en el principal diario de esa provincia, El Independiente, que es
editado por la Cooperativa de trabajo Copegraf. Con fecha jueves 19 de enero de
2017, el artículo periodístico refiere a un proyecto sobre la creación de una
obra que contempla una salida bioceánica por medio de puertos chilenos.
Cuenta con la participación de la empresa pública China Railway.
Atravesaría varias provincias del norte y, si bien no dicen cuál sería el
puerto argentino que uniría a los dos océanos, presumo que sería Rosario.
Entre los años 1989/1990 promoví un acuerdo entre la Academia de Ciencias de la
URSS y la Universidad Nacional del Sur de esta ciudad.
Participarían científicos rusos del Instituto Shirshov, y el Iado local.
Desde su inicio propuse la incorporación del Instituto Geográfico Militar de la
Nación y almirantes de la Base Naval de Puerto Belgrano.
Se llegó a un anteproyecto cuya síntesis abarcaba todo lo concerniente al mar,
estudios científicos con barcos y submarinos rusos para estudiar la exploración
y explotación en materia de pesca, petróleo, gas y puertos, desde Bahía Blanca
a Tierra del Fuego.
Lo presenté personalmente al director del Conicet, en ese entonces dr. Raúl
Matera, quien textualmente me dijo: Dígale al rector Mayer que quiero
participar en todas las reuniones de este proyecto.
Tiempo después se desintegraba la URSS, fallecía el dr. Matera, si bien desde
Moscú me escribieron que no renunciaban al proyecto y nos invitaban a
continuarlo.
Surgía un problema: lo que antes era gratuito y entraba dentro del paquete de
proyectos con la Urss, ahora le asignarían costos (900 mil dólares) y el
sucesor de Matera me escribió que la UNS local los tenía, que los pusiera e
hiciera la obra.
Pasados los años volví sobre el particular, volcando mis inquietudes con
respecto a esta región económica, hacia la Republica Popular China.
Mis estudios e investigaciones, planos, proyectos de puertos y ferrocarriles
(voluminosas carpetas) las hice llegar al gobierno nacional anterior y a los
chinos.
En mis proyectos ponía énfasis en la diferencia entre el Puerto de Rosario (30
pies de calado) y barcos que no podrían salir con mas de 30 mil toneladas, y
nuestro puerto de aguas profundas en Ingeniero White que, con el dragado a 45
pies permitiría completar cargas superando las 60 mil toneladas.
Y ponía énfasis en que aquí existían las posibilidades de construir un complejo
de 4 puertos de aguas profundas.
Tenemos -hoy destruidos- 4 ferrocarriles, cuyas vías todavía están: el Rosario
Puerto Belgrano atraviesa la Provincia de Buenos Aires, el Huinca Renancó con
Bahía Blanca, el Ferrocarril del Sur (Roca), el Ferrocarril del Estado (Bahía
Blanca-Viedma-Bariloche), y el Trasandino del Sur vía Chile, Puerto de
Talcahuano, que le quedaban 65 kilómetros de la parte argentina para
completarlo, y todo hecho en la parte de Chile.
Además, contemplaba la construcción de centrales eléctricas (Río Negro y Río
Colorado), la incorporación de mas de un millón de hectáreas bajo riego que
beneficiarían al sur de la Provincia de Buenos Aires (Patagones, Villarino,
Bahía Blanca, etc.).
Se resolvería definitivamente el problema del agua potable de Bahía Blanca y
Punta Alta.
El puerto de Ingeniero White tiene como principal objetivo la exportación de
cereales, luego todo lo que se edificó lo hicieron los fruteros del valle de
Río Negro y Mendoza, pues la fruta se exportaba por este puerto.
Las provincias de La Pampa, Río Negro, y otras más lejanas hacían llegar sus
producciones para ser exportadas por nuestro puerto.
Al acordarse una exención arancelaria a los puertos del sur, las provincias
fruteras se trasladaron hacia el puerto de San Antonio Oeste.
Y aquí vinieron a ocupar las edificaciones frigoríficas las empresas vinculadas
a la pesca.

Síntesis
Debo decir que mis proyectos tuvieron más eco en los chinos que en el gobierno
nacional.
Supongo que esa resistencia se debió a que el gobierno nacional no simpatizaba
con la Base Naval de Puerto Belgrano y privilegiaba el proyecto del Ferrocarril
Belgrano, provincias del norte y Rosario.
La inversión de 25 mil millones de dólares que los chinos invertirían en la
Argentina (así lo dice la nota), es un ofrecimiento de apertura hacia proyectos
a futuro.
Existe un dilema nunca resuelto por los gobiernos argentinos, aunque podría
afirmar que hubo intereses nacionales y extranjeros que trataron de impedir el
dilema al que hago referencia: hoy se deben reflotar esos proyectos pues así
como argumenté científicamente antes que era más beneficioso para el país el
proyecto bioceánico Bahía Blanca-Talcahuano que otro puerto de Chile en
comunicación con Rosario, me permito volver a rescatar ese proyecto, poniendo
por delante los intereses del país, sobre toda otra alternativa.
Pasaron muchos gobiernos, como pasará este también. Desde el momento en que
este proyecto abarca casi medio país, dejé de ser el autor y esto pasa hoy a
manos en lo que concierne al orden local desde el intendente municipal, Concejo
Deliberante, Consorcio del Puerto, Entidades representativas del Comercio y la
Industria, gremios, universidades y otras instituciones deberían considerarlo.
Como afecta los intereses de otras provincias, entiendo que debería promoverse
un debate en el que podamos demostrar que entre el proyecto que propone el
gobernador de la Provincia de la Rioja con las empresas chinas y el proyecto
que proponemos desde aquí, podemos aportar argumentos que demuestren que
económica y prácticamente son mejores las condiciones que se ofrecen al país, y
por citar un solo ejemplo, en la construcción de un complejo portuario de aguas
profundas existen a nuestro favor motivos tan importantes que me permito hacer
resaltar.
La respuesta la obtendremos si observamos que el transporte marítimo de carga
internacional tiende a la construcción de grandes toneleros con capacidad de
carga de 100 mil toneladas (cuestión de costos) y, en nuestro país el único
lugar en que podrían recalar esos barcos está dentro de nuestro proyecto y en
Puerto Rosales. No muchos conocen que la Base Naval de Puerto Belgrano cedió a
la Provincia de Buenos Aires un frente marítimo de 24 kilómetros de longitud
con calados naturales que van desde los 60 a los 80 pies de calado.
Que de los cuatro puertos a los que aludimos, tres ya están en funcionamiento
(Ingeniero White, Puerto Galván, Puerto Belgrano) y quedaría Puerto Rosales
donde de lo poco que se construyó hoy no tenemos nada.
Fundamentamos algo más sobre Puerto Rosales: la salida al mar estaría entre 6 y
7 kilómetros, desde lo ecológico y ambientalista tenemos a favor que más de la
mitad del año soplan vientos que empujan hacia el mar, que existen dos mareas
diarias y que todo efecto contaminante es arrastrado hacia mar abierto.
El estuario en ese lugar es más amplio que el que posee el puerto de Ingeniero
White.
Existen poderosas razones económicas que nos favorecen, en lo exterior por que
no hay otro lugar (puerto de aguas profundas), visto desde el punto estratégico
del país. El proyecto en cuestión de concretarse modificaría la geografía
económica de casi medio país.
Las relaciones económicas a nivel mundial han cambiado y el nuevo presidente de
los Estados Unidos, inicia su periodo presidencial produciendo cambios que
serán motivos de nuevas negociaciones dentro de un contexto que se avizora de
un nuevo orden económico mundial que, pese a lo difícil y complicado del
momento en que estamos viviendo, abre las perspectivas de que algo nuevo
sucederá en el mundo y que afectara a todos los países que lo componen.
Sugerencias -con rigor científico- que los chinos aceptaron y que los vi
insertos en algunos de los acuerdos suscriptos con el gobierno anterior, que
considero deberían estar en manos del presidente Macri, que tiene pensado
viajar a China en junio próximo.
Como resumen, lo hecho y lo que tengo en mi poder los pongo a disposición de
las autoridades competentes como contribución y aporte al desarrollo y progreso
de nuestra Región Económica y del país.