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Francisco el Primero
Categoría: Opinión

Oí su intervención cuando llegó a Bolivia.
A la presencia de Cristóbal Colon, siguieron 70 millones de muertos de los
Pueblos Originarios que poblaron esta América, no veo en ello nada de
cristianismo evangelizador.
Los Navajos, Siux, Cherokee fueron exterminados por los blancos
norteamericanos.
Aquí Roca realizó la mal llamada “Campaña del desierto” asesinando a 30 mil
mapuches, degollando a los hombres, separando a madres de hijos, regalándolos a
los patrones como esclavos.
La cruz invertida bendijo y santificó ese genocidio, los rémington pudieron más
que las lanzas.
En las minas de Patiño en Bolivia el promedio de vida no superaba los 20 años.
Mi padre le preguntó a mi abuelo sabio si en los libros sagrados de la
tradición hebrea figuraba el nombre de Jesús. Porque Jesús era judío como todos
los apóstoles que pintó Leonardo en la última cena, y no se hace mención alguna
de su presencia.
Los que mataron a Jesús son los mismos fariseos que ocuparon en aquel entonces
de Templo de Jerusalén, son los mismos que asesinaron a Sadam Hussein, Luther
King, Gaddafi, a Kennedy y llevaron la guerra a Siria, Afganistán, Ucrania y
Yemen del Sur.
Durante el periodo soviético me llegó un folleto titulado “Los Marxistas y los
cristianos”. Tuvieron que pasar 35 años para que lo dicho en aquel entonces,
tenga hoy plena vigencia.
Si lo que dijo Francisco I (El Primero), de que la fe es Revolución,
posiblemente yo sería partidario de Jesús.
Francisco habló de los descartados, marginados, excluidos y pobres.
Su pontificado nos habla de una Iglesia de los pobres y de los pueblos, y
adhiere a los cambios de transformación que se tienen que operar para bien de
la humanidad.
Descartó la Iglesia de los ricos, ha hecho política en la expresión más elevada
como ser humano.
Naturalismo en la defensa de la Madre Tierra.
Humanismo en la defensa del ser como Ser Humano.
Jesús representó un salto, un grado más en el proceso de la evolución del
hombre.
El episodio donde hecha a los fariseos del templo es lo mismo que hoy sucede
con el capitalismo como sistema social.
La tradición hebrea había sido superada por las nuevas condiciones que
imperaban ya en tiempos de Jesús, hoy pasa lo mismo.
Los cristianos no encontraron respuesta ni salida a sus inquietudes, y
promovieron una nueva Iglesia.
Las democracias burguesas y capitalistas no pueden contener a sus pueblos,
ávidos de libertad, de vida digna, de paz, de trabajo, de distribución de lo que
el mundo produce y de redistribución que jamás llega a los pueblos.
Se los quiere llevar a guerras que solo benefician a los ricos y poderosos.
¿Cuánto tiempo más podrán seguir engañando a los pueblos?

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2015-07-21 00:00:00
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