No
me dejo impresionar por los acontecimientos, nada ni nadie ejerce influencias
sobre mis ideas y pensamientos.
Mi deterioro físico por los años y mi casi total ceguera (no puedo leer) me
confinaron y vivo en total ostracismo.
Nada influye sobre mi cerebro, eso sí, se mantiene lúcido.
Trato de interpretar al mundo y lo hago imaginando un eterno proceso evolutivo
de la especie desprendida del mono, que se desarrolló y su cavidad craneana
creó las posibilidades de pensar, y poder discernir, sobre el pasado, presente
y el futuro.
La economía como forma de subsistencia, desplazó los valores humanos y
entronizó al capitalismo como forma de vida, desvirtuando el concepto humano.
Desde civilización temprana, la verdadera dimensión del hombre, como esencia y
“ser humano” entró en crisis, la estamos viviendo.
Esta civilización signada por el capitalismo muestra evidentes signos de
desintegración y descomposición.
Las desigualdades crearon las divisiones de clases sociales.
En medio de una crisis general del sistema capitalista y de una humanidad,
pueblos que reclaman una elevación y mejor calidad de vida, quienes se
apropiaron del poder, se resisten y condenan a los pueblos a que permanezcan
explotados, sumidos en la pobreza y el hambre.
Esta batalla es la que están librando los pueblos, o sea la humanidad.
Lo que antes era dominio absoluto del capitalismo hoy no lo es.
Las alternativas de cambiar al mundo existen y se desarrollan, como también los
peligros de quienes por poder económico o financiero han logrado crear sus
mecanismos para esclavizarnos, y se han creado armas cuya utilización pone en
peligro a la humanidad y a la naturaleza.
Esta situación no la pasaron ninguna de las civilizaciones anteriores.
Instintivamente, los pueblos se rebelan (huelen el peligro y reaccionan).
Eso no basta, se necesita conciencia y organización.
En mi opinión, todavía el hombre no llegó a esa etapa evolutiva.
Pasa en cada país, hay crisis internas. El avance de los sectores gobernantes
con regimenes capitalistas no podrá prolongar su existencia por mucho tiempo.
Está en nosotros decidir el destino como humanidad (ser humano).
Sé cuán difícil les es a los pueblos reconquistar su destino histórico, también
sé que se puede.
La lucha está en pleno desarrollo.