Soy dueño de mi mismo.
Cumpliré 90 años, vivo de una jubilación que nunca alcanza. El llamado índice
de la pobreza es una aberración no es una asignatura pendiente.
El sistema monetario capitalista creó una sociedad inhumana, y será esa sociedad
la que modificara al sistema.
Siendo el “ser” un producto de sí mismo, es posible cambiarlo.
Nadie nace ni bueno ni malo, sí se ha convertido por culpa del sistema en
un monstruo, cambiemos el sistema, eduquemos al soberano y santas pascuas.
La vida me dio una oportunidad, la aproveche, 10 años trabaje muy duro; mi
hermano me ofreció instalar un negocio, tuve que aceptarlo, no tenia de que vivir.
Lo administre, lo desarrolle; una importante empresa construyó un edificio
al que se mudaría y me ofreció el que dejaba, era tan grande la oferta que me hacían
que me hizo tambalear, lo pensé y desistí, no fue por cobardía ni falta de visión
empresaria, fue porque no quería terminar mi vida detrás de un mostrador, y porque
detrás mío había una vida de revolucionario, un ideal por el que entregue mi vida.
Conocí (ideológicamente) de muy niño a Marx, Lenin, Mao y Fidel.
La vida intensa de quien se da a la revolución, me impidió concretar sueños
de arte y cultura que llevaba dentro mío.
Aprendí a vivir de la naturaleza, el zorro es un animal astuto, basta observarlo,
en verano es atacado por las pulgas y otras larvas; se encuentra un arroyo o laguna,
toma un manojo de paja seca o malezas en su boca se introduce poco a poco, desde
la cola, al agua obligando a que piojos, pulgas o garrapatas, vayan subiendo hacia
arriba, logrado esto, introduce su boca en el agua y cuando se da cuenta de que
esos parásitos se han acumulado en la paja o maleza, la suelta y dispara.
Yo hice lo mismo, como Buda me despedí de todo y solo me quede con la lucha
revolucionaria, el arte y la cultura.
Los patios de mi casa los convertí en jardines llenos de plantas y flores,
el departamento trasero en taller y depósito de mis trabajos de artesanía en dibujo
y pintura.
Una salita muy pequeña en escritorio, donde escribo, ahora sin ver (por mi
avanzada ceguera), desde donde salen mis notas y comentarios que pondrán leer en
internet “Civilización y Barbarie” (Facebook) y se publican en el periódico EcoDias,
además colaboro (hace 18 años) en el programa “Raíces Mapuche” (Radio Nacional).
El salón y garaje al frente de mi casa se transformó en mi propia sala de
exposición, sobre “El placer de vivir”.