El comienzo del año escolar estuvo marcado por la presencialidad, un regreso esperado por muchas familias, y necesario para garantizar el derecho a la educación. Teniendo en cuenta que se evidenciaron, en esta pandemia por Covid-19, las grandes desigualdades en el acceso a las tecnologías de la comunicación.

La escuela es parte de un eje social donde los encuentros, los vínculos, el aprendizaje colectivo generan una socialización indispensable, después de la familia. También esto quedó en evidencia, por si había alguna duda.

“La obligatoriedad escolar en todo el país se extiende desde la edad de cinco años hasta la finalización del nivel de la Educación Secundaria”, apunta la Ley 26.206 de Educación Nacional, sancionada en el año 2006. Por lo tanto, el estado como el conjunto de la sociedad, y en especial los equipos docentes, tienen un fuerte compromiso para generar las oportunidades necesarias para promover en todas las edades la capacidad para definir el proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común.

El gobierno provincial arbitró diversos recursos económicos y humanos para acompañar el regreso, la permanencia y la evaluación. En muchas escuelas, se solicita que estos procedimientos continúen. Como así también, es imperiosa una fuerte inversión en hacer accesible los entornos tecnológicos, y que sean parte de la enseñanza educativa: dispositivos y redes al servicio del desarrollo de habilidades digitales a favor de los aprendizajes.

Un ejercicio

A pocas semanas del inicio de las clases, el 24 de marzo impone una jornada de reflexión en torno a la última dictadura cívico-militar, iniciada en 1976 y finalizada en 1983. Memoria, Verdad y Justicia es un lema que se reivindica en las calles y también en las aulas, a través de la historia, del relato oral, del arte.

Cabe destacar que, próximamente, se recordará la Guerra de Malvinas. La gesta que reclamó sus derechos de soberanía sobre las islas cumplirá 40 años el 2 de abril. Y es una efeméride en el calendario educativo, para homenajear a combatientes y caídos, hombres y mujeres que pusieron a disposición sus vidas.

Estas fechas se han naturalizado, son parte de la vida social de Argentina, y esa es una excelente noticia, porque hacer memoria nos devuelve el sentido ciudadano, ese lugar donde las sociedades encuentran el por qué de vivir en comunidad.

Autor: Redacción Ecodías