EcoDias
es el periódico más antiguo de la ciudad, pensado con
periodicidad no diaria desde nuestros orígenes.
Esta es nuestra edición número 600. Por eso queremos
repasar, repensar, recordar y recordarnos aquellas cosas que nos sostienen como
medio en esta ciudad que tanto queremos.
Nuestro lugar como medio de comunicación e
información lo pensamos desde el interés público del mismo, por eso también
participamos del desarrollo social y cultural de nuestra comunidad.
Nos sentimos imprescindibles en esta Bahía cuando se habla de libertad de
expresión y de pluralidad de la información
Nuestra realidad es ser una empresa cooperativa y nos cuesta mucho sostener en
formato papel nuestro EcoDias pero lo hacemos porque tenemos la convicción de
que la información es un bien social y en especial en nuestra ciudad que, como
siempre decimos, tiene una matriz comunicacional regida por el conservadurismo,
lo antipopular y la concentración en materia de medios de comunicación.
Si bien tenemos formato digital nuestros mayores esfuerzos son para no perder
la edición en papel porque somos conscientes de que
no existe el acceso real y equitativo de toda la población a la información en
la Web. Menos ahora que con mayor desempleo serán más las personas que quedarán
afuera de lo virtual y de lo real.
En los últimos meses observamos cómo el único diario
local dejaba de editar en papel y entre despidos y rumores se transformaba en
lo que es hoy. Algunas voces repitieron el dicho popular “muerto el perro se
acabó la rabia”, imposible de creerlo si se conoce la historia de medios local.
El poder, el verdadero poder hegemónico local, no se va, no se diluye, no deja
de ser. Apenas cambia de manos y de caras. Y no es paranoia, es la historia
conocida de esta Bahía Blanca para pocos, cuyo eje está desde su fundación en
la Plaza Rivadavia alrededor de la cual se disponen aquellos poderes que la
hacen girar a gusto según sus necesidades.
Sonará espeluznante y sí, es espeluznante y no nos avergüenza mirar de frente
lo que es.
Cómo será de espeluznante que podemos decir que en los 16 años que llevamos
editando nunca, hasta ahora, ningún gobierno municipal nos había negado la
pauta publicitaria del Estado, este gobierno macrista de Héctor Gay sí.
Una vergüenza más para el intendente regido por “el orden natural de las cosas”
que cada vez que puede recuerda su pasado de “periodista”; vergüenza también
para sus laderos de ocasión.
Espeluznante en principio escuchar: “¿Hasta cuándo van a pelearse con el
poder?”, que fue lo que nos dijo en un bar suelto de boca uno de los que saltó
las tranqueras que pudo -y que le dio el cuerpo- para lograr estar ubicado
ahora en ese mismo poder.
A pesar de ese espeluzno, creemos saber qué pasa: pasa que nosotros no nos
peleamos con el poder, pasa que no nos interesa lo que ese poder quiere o
reclama que es más impunidad y mayor sometimiento. Pasa que sencillamente somos
lo que somos y está en nuestra esencia estar lejos de ese poder. Llámenlo
valores, principios, elecciones, conciencia social. Sobre eso nos sostenemos y
a eso nos aferramos -como podemos- y es penoso -para ese poder- que a nuestra
manera de ser lo vivan como una afrenta y los confronte con lo que jamás serán:
creíbles y libres.
En EcoDias nos alientan otras cosas como ser: poder hacer un medio en esta
ciudad hostil, registrar para las generaciones que nos sucederán la historia
que merecerá ser leída dentro de cincuenta años, estar traspasados por las
temáticas de los Derechos Humanos en una Bahía Blanca conde somos la mirada
necesaria.

Con 600 ediciones y 16 años nos es posible creer en esta otra manera de contar
la realidad, esta manera que hicimos posible con EcoDias. Y lo hicimos posible
sin dejar nuestros sueños y valores prístinos, sin dejar de mirar de frente a
ese poder que jamás logrará entendernos ni someternos porque no les cabe en su
estructura de pensamiento que hay cosas que además de dinero están sostenidas
en la potencia transformadora de lo colectivo.