Marx lo describe en “El Capital”, Engels en “La familia,
la propiedad privada y el Estado”, Lenin en “El imperialismo, fase superior del
capitalismo”.
Estamos en el año 2015 del siglo XXI, de la era cristiana.
Análisis de la realidad económica, social y política en que vive nuestro mundo.
De los 200 países que conforman la humanidad, 190 viven bajo regímenes
capitalistas en condiciones de pobreza, subdesarrollados o emergentes con
economías de un capitalismo primitivo, mediano o poco desarrollado y algunos
con un grado de industrialización incipiente, todos de una forma o de otra
aspiran a elevar el PBI de sus países, y en todos el estado debe intervenir
cada vez en mayor escala, pues las relaciones de producción concentradas en
manos privadas o empresarias, jamás podrán lograr las necesidades de una sociedad
humana de 7 mil millones de personas, por eso el estado se ve precisado a
intervenir.
El capitalismo (léase Estados Unidos, Europa, Japón) está siendo superado por
China, su grado de productividad, por ser la primera economía del mundo y el
país más poblado (1.360 millones de habitantes).
La aguja de la brújula económica gira hacia China.
Avanzamos a un grado de superación en materia económica que suplanta las
utilizadas por el capitalismo, de conquista y subordinación a un periodo
histórico que se abre, de poder lograr la elevación de los PBI en cada país,
sin sacrificar los sentimientos nacionales y soberanía de cada uno.
Que solo podrá alcanzarse si se realiza sobre la base de una complementariedad
económica como forma superior, no sólo económica sino de las relaciones
humanas.
Lo que crea las condiciones a futuro de que vivamos en un mundo mejor.
La erradicación de la pobreza y consolidar la paz son importantes sin los
cuales no se podrá avanzar.
El resto, del comportamiento humano de su grado de conciencia, de su madurez
política y en qué desembocara la nueva civilización, lo decidirán las nuevas
generaciones.