En estos días estamos asistiendo a un incalificable embate por parte de altos estamentos políticos contra la independencia del Poder Judicial, ataque llevado a cabo a través de la figura de la magistrada Susana Calcinelli que puso legalmente en libertad a una persona, a la que luego se le imputó provisoriamente la comisión de un homicidio.
Esta breve referencia me lleva, tratando de evitar definiciones jurídicas de difícil comprensión, a decir que todo lo difundido por la prensa oral y escrita no hace más que reafirmar que la jueza ha actuado de acuerdo a derecho, es decir, ni más ni menos cumplió con su obligación juramentada de resguardar los derechos y garantías de todos los ciudadanos, pues no advierto que se haya hecho referencia a algún obstáculo a la libertad concedida, salvo que el liberado cometió presuntamente un delito.
Pretender que la jueza haya podido preveer la conducta futura de una persona es cuanto menos una ingenuidad simplista o para algunos, no bien intencionados, es un argumento útil cuando no se puede dar una respuesta correcta al alto grado de inseguridad en que se vive y que no creen o no saben que por medio del respeto a la ley se puede llegar a la atenuación de esa inseguridad, si se acompaña con medidas económicas y sociales que disminuyan la marginalidad a través de un trabajo y salario digno que permita acceder a alimentos, educación y salud.
El Intendente ha hablado de “guerra”, sabemos lo que ha significado y las muertes injustas que ha costado cuando la dictadura militar utilizó falsamente esa denominación para justificar las atrocidades que se cometieron. Por eso, ante esos embates, se necesita más que nunca que los jueces actúen de acuerdo a la ley y los ciudadanos, cuya intranquilidad es justificada, busquen respuestas, que existen, a las causas que provocan los innumerables hechos delictivos, partiendo de la base que el endurecimiento de las leyes o una mayor represión no representan solución alguna.
Por lo demás si bien pienso que los ciudadanos tienen el derecho y el deber de observar el comportamiento de sus jueces, ello debe ser cuidadosamente concretado para no constituirse en instrumento de sectores que quieren debilitar la independencia del Poder Judicial para obtener magistrados dóciles e impunidad a sus actos reprochables.
Considero que la conducta de la dra. Calcinelli no puede ser motivo de los agravios y amenazas sufridas bajo ningún punto de vista y su decisión, no debe olvidarse, puede ser revisada por órganos judiciales superiores, posibilidad que funcionarios de otros poderes tienen en reemplazo de ataques innecesarios y perjudiciales.
Por último, me permito reiterar un párrafo de los “Principios Básicos relativos a la Independencia Judicial” sancionado por las Naciones Unidas y citado por la “Asociación Pensamiento Penal”: “Los jueces resolverán los asuntos que conozcan con imparcialidad, basándose en los hechos y en consonancia con el derecho, sin restricción alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualesquiera sectores o por cualquier motivo”.

Bahía Blanca, 1 de Mayo de 2009.

Luis Alberto Cotter es ex-juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca.