Si sobrevivimos la
pregunta es: ¿Soportará la tierra a tantos millones? ¿El peso de tanta gente no
afectará el curso de la tierra?
La cuestión para mí es otra: ¿Habrá alimentos para todos? Con la población
actual tenemos 1.000 millones de personas que viven en la pobreza y mueren de
hambre.
Tenemos que pensar hoy qué hacer, pues si no lo hacemos tendremos que pensar en
sacrificar a la mitad de la población mundial. Y no veo en eso nada que me haga
pensar en qué somos “seres humanos”.
Yo me pregunto: ¿Por qué los chinos están construyendo el telescopio más grande
de la tierra, desde dónde piensan observar más de dos millones de estrellas?
¿Estarán buscando otro planeta con vida inteligente, o condiciones parecidas a
las de la tierra?
Parece que nuestro satélite la luna, la materia con que se creó (minerales), no
tiene propiedades que se adapten a las que tenemos y usamos en la tierra.
Cuando cayó en mis manos un ejemplar de la teoría de la relatividad, de Albert
Einstein, era muy niño apenas, se tienen que tener conocimientos científicos y
a los que vivíamos del campo apenas nos enseñaron a leer y escribir.
Haciendo memoria los que vivíamos en pueblos pequeños, cursábamos hasta el
tercer grado primario.
Al campo del trabajo en los pequeños pueblos del interior, era común ver niños
de 10 años trabajando en el campo, pues ya se podía cumplir alguna tarea.
Las formas de vida que adoptamos son un producto de una función económica, que
la ideó la vida (no la elegimos).
El sistema de producción les fue impuesto al hombre y la mujer, no por propia
elección sino por apropiación de capital y medios de producción que devinieron
en clases sociales, hostiles, crueles, en ricos y pobres, entre explotadores y
explotados, al que llamamos capitalismo.
Como esto no pasa de ser una nota, no es un tratado filosófico, digamos que lo
que pasa en el mundo que nos toca vivir, quienes mandan son los que se
apoderaron de las ganancias o productividad del trabajo humano.
Días atrás escuché en el noticioso ruso (R.T.) que cada año hay nuevos
millonarios y más pobreza, esta forma de vida debe ser suplantada por otra.
O lo hacemos y sobreviviremos o, de continuar con este sistema (capitalista),
hasta gran parte de la humanidad desaparecerá. Lo que escribo son dilemas a
futuro, que tenemos que resolver ahora.
Sé que el 25 de mayo en mi país hubo una marcha contra las políticas que aplica
el gobierno contra el pueblo. A esa marcha concurrió más de un millón y medio
de personas. Estas medidas fueron aplicadas en tan corto tiempo que podría
afirmase que como retroceso no hay país que lo iguale.
Y así millones de viejos jubilados aquí y en todos los países capitalistas, con
la ofensiva de la derecha, cuyo sistema capitalista se derrumba, no sólo
moriremos por viejos sino por hambre.