Nunca como ahora comprendí la imperiosa necesidad de
volverme a sentar a mis 90 años en el pupitre de los alumnos.
El fin de un sistema (capitalista) y el advenimiento de otra civilización (más
igualitaria, social y humana) plantean desafíos: en ninguna universidad valga
aquello de que lo que “Natura non da, Salamanca non presta”.
Ninguna facultad de ciencias sociales y políticas puede enseñar la historia de
lo por venir…
Pues aún no lo conocemos, así como la tierra seguirá girando alrededor del sol
y sobre sí misma.
Los acontecimientos, las más de las veces inexplicables al sentido común y la
lógica.
Encontraremos su solución (en este mundo complejo y difícil).
En el fin de un sistema que lleva 200 años y se derrumba, y otra era y época.
Como inicio de otra civilización cuya tendencia hacia formas superiores de
vida, se va a imponer como parte de un proceso de la evolución humana.
El pensamiento crítico conduce infaliblemente a reconocer el fracaso de un
sistema que no tiene soluciones que ofrecer a la humanidad y que se obstina en
destruir la naturaleza y la vida en este planeta.
Estamos tocando fondo y no hay prórroga, pues la Madre que está gestando un
nuevo mundo ya lo está expulsando de su interior, y es un nuevo ser viviente.
Lo que viene exige nuevas estructuras, económicas, sociales y políticas.
El que cae reclama una readaptación al nuevo modelo tratando de mantenerse en
el poder (falso intento de coexistencia entre los dos sistemas), esto será
imposible lograrlo si no se crea un nuevo ser.