Cuando ya el día da paso a
la noche, escuché a la Señora Presidenta.
Estaban presentes, creo, todos los gobernadores de Provincias.
Mencionaba la Presidenta todo lo realizado en materia de viviendas en el país,
desfilaron los gobernadores firmando un acta de compromiso.
Después abordó la cuestión de los Fondos Buitres, y cómo estos han ido
sustituyendo a las sociedades anónimas -que no lo son, pues las comprenden
personas con nombre y apellido en su directorio. En cambio, los fondos de inversión
pueden ser de una a tres personas que no tienen que darlos.
Habló del cierre o quiebra de una empresa gráfica que el día viernes se
presentó a la justicia para santificar su quiebra y el lunes ya se la habían
acordado.
La justicia -que se toma años en otros fallos- entre sábado y domingo le otorgó
lo que en definitiva es una quiebra fraudulenta, que tiene como objetivo crear
pánico entre empleados y obreros (400). Minar la confianza de la sociedad y
poner en tela de juicio el accionar del estado.
Escuché esa misma tarde al Presidente Santos, que admite el fracaso de la lucha
contra el narcotráfico, y da a conocer que lo mismo pasa en México, donde ya le
había costado la vida a 60 mil personas.
Y citó la Presidenta como cabeza de los fondos buitres a un tal Singer, de la
misma catadura del avaro Demoliere, y la del cerebro financiero de la mafia de
Estados Unidos, que fundó Las Vegas. Concentró sus negocios en la Cuba de
Batista, tuvo que emigrar a Israel, y a su regreso a Estados Unidos, al bajar
del avión lo mataron.
Nos habló la Presidenta de pozos petroleros fuera del área de Vaca Muerta, de
su productividad en aumento y de que aún invierten 14 millones de dólares
importando petróleo.
Lo que no aclaró es por qué de las 30 mil hectáreas de Vaca Muerta se
entregaron 12 mil a YPF y 18 mil a Chevron.
Para Estados Unidos la cárcel de Guantánamo en Cuba y Chevron en la Argentina
son propiedad privada de Estados Unidos. Y sabemos que pretender recuperarlos
afecta la seguridad nacional de ese país.
Esos mismos fondos buitres, narcotráfico y Gobierno de Estados Unidos sabían
bien que a Chávez y la Revolución no les sería fácil derrotarlos, para volver a
apoderarse del petróleo. Y sabían que si lograban instalar bases militares
-como lo hicieron en Colombia, 7 u 8 bases- y consiguieran una cabeza de puente
a través de la oposición venezolana, intentarían un bombardeo o un desembarco.
Bien saben que Argentina es vulnerable.
Por su inmensa extensión y por su poca población, porque aún dominan y tienen
en sus manos importantes resortes económicos, porque a nivel mundial la crisis
del sistema capitalista se profundizó y el imperialismo norteamericano no va a
esperar las elecciones del 2015. Si no se toman medidas contra la injerencia,
¿en Argentina no pasara lo de Irak, Libia, Afganistán, Siria o Ucrania?
Darle participación al pueblo, generar acuerdos económicos, financieros y
militares para preservar nuestra independencia y soberanía con otros países
latinoamericanos en igual situación, y con China y Rusia. Sino, ¿cómo
afrontamos lo que se viene?