Y de aquí a la eternidad, si logramos que la vida en la tierra continúe
brindándonos el placer de ver el sol todos los días, ver vivir a la naturaleza,
reproducir a las plantas sus flores, a un gorrión o mariposas.
Cumplí hace tres meses los 90 años.
Neruda dijo: “Confieso que he vivido”. Yo también.
Cuando pude, como un colibrí, introduje mi piquito buscando el néctar en las
flores del arte y la cultura.
Quise saber cosas del mundo, y trabajé desde los 9 años que no me los
computaron cuando me jubilé… En realidad, ni me pagaron lo que me
correspondía. Tuvo que reconocer Anses que me liquidaron mal, sólo me reconoció
3 años de 30.
Nací pobre y no pienso cargar un peso para llevarme cuando me vaya.
“No abandones la lucha”, me lo pidió Ernesto Sábato, poco antes de fallecer.
No viajo solo en esta contaminada casa común donde vivimos quienes habitamos la
tierra, como suele referir en su programa diario Dossier, el periodista Walter
Martínez, en Telesur.
Quienes nacen hoy y a partir de hoy, verán llegar el año 3.000.
Mi conciencia no tiene nada que reprocharme de lo que hice, quizás no lo
suficiente (lo pienso en mi fuero íntimo).
La integración de la teoría (ciencia) con la práctica es todavía una
“asignatura pendiente” de la humanidad, a quien se la engañó y llevó por los
caminos del diablo.
Los pueblos no pudieron hasta ahora evitarlo, y nos esclavizaron. Esos mismos
pueblos comienzan a rebelarse aun en forma inorgánica, el látigo con que nos
azotan nos golpea, en cada país se creó un sistema y, como todo imperio, nombró
a sus pretores, nombrando gobiernos que saquean a esos pueblos.
Nosotros, los americanos, pedimos préstamos a Europa o Estados Unidos. ¿Por qué
no nos devuelven los millones de kilos de oro, plata, bronce, cobre que nos
robaron? Llevamos 524 años de esclavitud.
Pudimos independizarnos (políticamente), pero jamás liberarnos económicamente.
Vean lo que pasa en cada país, vean cómo viven sus pueblos, vean las guerras
que desataron las crisis general del sistema y las subcrisis de cada país.
¿Encontrará la humanidad consciente los caminos para que los niños que nazcan
hoy puedan ver el año 3.000 y sean verdaderos seres humanos?
Presagio que los años del mundo nos llevarán a situaciones mucho más graves,
destruir lo viejo y malo será obra de los pueblos. Y de ahí en más un nuevo mundo.

A los que hoy vivimos y nos oponemos a que los niños que hoy nacen sigan siendo
esclavos, como lo somos nosotros, les cabe la responsabilidad de lograr, no
sólo contar la Historia de la Filosofía, que es la historia de la vida, sino la
de cambiar la historia.